Lo decidieron ayer, luego de escuchar el anuncio de Alberto Fernández y leer el decreto. También pesó la presión de las casas matrices.
Las automotrices, como la mayoría de las empresas de país, tomaron prevenciones para sus trabajadores ante el avance del Covid-19 , enviaron a sus casas a los empleados de áreas soporte y aseguraban que todavía tienen piezas que llegan desde diferentes países -especialmente Brasil- en stock.
Pero la decisión de una cuarentena total no las exceptuó. Ford, Volkswagen y Fiat son algunas de las terminales que decidieron interrmpir su producción. En este escenario, la consultora Abeceb ya recalculó que, en el mejor escenario, la industria este año crecería dos por ciento y no siete como proyectaban hace algunas semanas.
Franco Roland, economista experto de la consultora en el sector, advierte a LA NACION que por la irrupción de la pandemia, en el corto plazo las cifras de patentamientos “no están reflejando una caída abrupta, pero ni bien las limitaciones de desplazamiento se profundicen, se hundirán por unas semanas”.