“Brote verde”: récord de proyectos de autos de producción nacional

EN LOS PRÓXIMOS DOS AÑOS SALDRÁ DE LAS PLANTAS LOCALES UNA DOCENA DE NUEVOS MODELOS
Con los últimos anuncios realizados por las automotrices, la inversión total que está en marcha ronda los u$s3.000 millones.

El sector automotor está acostumbrado a los contrastes. La euforia y la depresión se suceden en períodos a veces más cortos y otros más largos pero inevitables. Todavía están frescas las heridas de la última crisis, en las postrimerías del Gobierno kirchnerista, cuando la falta de divisas obligó a restringir las importaciones y los pocos dólares que había se liberaban en cuentagotas para mantener la producción nacional. En ese contexto, casi apocalíptico, las ventas retrocedían y el horizonte, agravado por la crisis brasileña, era sombrío.

Dos años después, todo cambio y los “brotes verdes” comenzaron a renacer. No sólo se espera cerrar 2017 como el segundo mejor año de la historia con 900.000 unidades comercializadas sino que, además, habrá récord de nuevos modelos que se producirán en las fábricas argentinas. Entre los anuncios ya conocidos y alguno más que se revelarán en las próximas semanas hay una docena de proyectos industriales en marcha. Varios se comenzarán a comercializar durante el año próximo y el resto se irá concretando hasta 2020. En conjunto significa una inversión directa de al menos u$s3.000 millones. Estos nuevos vehículos “made in Argentina” se sumaran a otros que actualmente ya se producen en el país.

El dato a tener en cuenta es que no sólo en cantidad se está a un hecho inusual sino que, además, los vehículos que se producirán se destacan por la calidad de los mismos. Hasta la mayoría de los modelos que se fabricaban en el país estaban disociados de lo que se producía en los países centrales pero, con la globalización, de las plantas locales salen cada vez más modelos vehículos con estándares internacionales. De todas maneras, cuantitativamente será el mejor momento en cuanto a la producción local ya que a esta docena de productos se suman alrededor de 10 modelos que se vienen fabricando desde hace años.

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Verificación Física de Automotores y Motovehículos

El pasado viernes por la tarde, la Dnrpa difundió su Disposición D.N. Nº 406/17 (Ver Aquí), que establece como obligatoria la verificación previa a la transferencia de automotores inscriptos a partir del 1º de enero de 1995, de motovehiculos importados inscriptos inicialmente a partir el 1º de enero de 2004 y de motovehiculos de fabricación nacional de más de 125 cm3 inscriptos incialemente a partir del 1º de enero de 2004. Pospone así en 10 años la antiguedad de los modelos obligados, motivando la medida la necesidad de reducir el peso económico que deben afrontar los adquirentes para registrar a su nombre el dominio y proteger así los valores y bienes jurídicos de Régimen Jurídico del Automotor.

¿Cual es la relación entre los autos autónomos y el consumo de alcohol?

Podrían alterar completamente la industria automovilística y restaurantera.

Hubo un tiempo, antes de que los automóviles se apoderaran de los caminos, cuando dependías de tus dos pies o de tu confiable corcel para llegar a casa después de una noche de cervezas en la cantina de tu preferencia. (Algunas personas siguen dependiendo de un “conductor designado” ecuestre en pleno 2017, como el vaquero oriundo de Louisiana y amante de los daiquiris que montó su caballo Sugar del bar a su casa un par de años atrás; eso sí, no se salvó de una multa por su ebriedad en público).

Pero en el Siglo XXI, la mayoría de nosotros depende de los autos —conducidos por nosotros— para movernos a todas partes. Las gigantescas cantidades de multas por manejar bajo los efectos del alcohol que se levantan cada año son testamento de las malas decisiones que enfrentamos como resultado de nuestra dependencia con dicha forma de transporte.

Mirando hacia el futuro, la tecnología detrás de los carros autónomos podría cambiarlo todo, y traducirse en grandes ganancias para la industria automovilística, los servicios de comida y bares. Cuando lo que se busca es generar dinero, los bancos se frotan las manos para que algún día puedan aprovechar este tipo de cambios en el paradigma tecnológico.

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