La industria de Enzo Ferrari


Marca automotriz famosa en la Argentina —por ser la escudería en la cual el “Lole” Reutemann corrió Fórmula 1 entre 1977 y 1979—, Ferrari es una empresa automotriz italiana fundada por Enzo en 1929. De gran evolución tanto en los autos de carrera como en los de calle; está fuertemente marcada por la personalidad de su creador.

Enzo Ferrari nació el 18 de febrero de 1898 en Módena, al norte de Italia. Desde pequeño se fascinó con el deporte de las carreras de automotores y en 1920 debutó como piloto oficial de Alfa Romeo. A partir de 1929, buscando alcanzar velocidades cada vez más altas, Enzo fundó la Scudería Ferrari. Ya en 1947 y ya con su industria en marcha salió a la venta el modelo 125S, primer auto de Ferrari, que tuvo un excelente desempeño en todas las competencias deportivas; habiendo ganado con el piloto Alberto Ascari el Campeonato de Fórmula 1 en 1952 y 1953.
Pero, a pesar de sus éxitos deportivos, la empresa Ferrari era demasiado chica para sobrevivir como empresa independiente y, en 1969 se unió a la empresa Fiat, que adquirió un 50% de la compañía. Esto le dio a Ferrari gran estabilidad financiera, que desencadenó más victorias en las carreras como los dos títulos de Niki Lauda en Fórmula 1 a mediados de la década de 1970. También diseñó lujosos autos de calle, que se sumaron a sus más tradicionales.
Enzo Ferrari murió en 1988 y, tras su fallecimiento, Fiat elevó su participación en la empresa al 90%. En 1996, el corredor Michael Schumacher se unió al equipo y obtuvo junto a su equipo cinco campeonatos de pilotos y seis de constructores entre 1999 y 2004. En la actualidad, la gama Ferrari es más amplia que nunca, incluyendo autos de todo tipo y valor.

El Museo de los Errores
Al día de hoy, la escudería Ferrari obtuvo 15 títulos y ganó más de doscientas carreras de Fórmula 1. Enzo Ferrari no tenía tolerancia al fracaso, y luego de cada carrera que se perdía se hacía una reunión casi “fúnebre” en la sala de reuniones de la empresa, llamada “El Museo de los Errores”; donde criticaba ferozmente a los ingenieros que habían preparado los coches derrotados. Lo que se dice un hombre sin tolerancia al fracaso.

En la antesala del poder

Durante los últimos 11 años, Sandra Martínez manejó en la DNRPA la agenda institucional de los Directores a cargo del organismo: el Dr. Rodolfo Bardengo, el Dr. Jorge Landau, el Dr. Miguel Ángel Gallardo y actualmente la Dra. Mariana Aballay (quienes se desempeñaron durante las presidencias de Jorge de la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner). En esta nota, Sandra nos acerca jugosos detalles de la experiencia.

Delicada y seductora, lejos está Sandra Martínez del perfil tradicional de empleada pública. Sin embargo, hace ya 11 años que se desempeña como Secretaria de los máximos responsables de la Dirección Nacional Automotor. “Llevo la agenda de los Directores, atiendo las solicitudes de entrevistas, hago el nexo con los Jefes de Departamento, y manejo el intercambio de mails a ellos destinado”.
– ¿Cómo fue que comenzó Ud. a desempeñarse como Secretaria de la Secretaría Privada de la Dirección Nacional?
“Yo comencé a trabajar en la Secretaría Privada en agosto de 2001, en el mismo momento en que se despide el Dr. Diego Brest, y asume el cargo su sucesor Rodolfo Bardengo; durante el gobierno del Dr. Jorge de la Rúa”.
Ha de tener Ud. entonces una filiación radical para haber asumido sus tareas en ese lapso….
“Para nada. Ocurre que yo trabajaba en el Renat —una delegación externa al edificio central de la Dirección Nacional que
actualmente pasó a la órbita del Ministerio de Interior— y, como en ese momento se redujo mucho personal de la Dirección, quisieron que fuera gente ´de afuera´ la que los acompañara en la Secretaría Privada. Fue una época difícil, porque se despedía a mucha gente, en medio de la crisis que vivió el país en ese momento”.
En enero de 2002 asumió su cargo el Dr. Jorge Landau ¿Ud. quedó inmediatamente como su secretaria?
– “Sí, tanto yo como otras chicas que me acompañaban en ese momento pensamos que deberíamos irnos, pero aquí estamos!(dice refiriéndose a Ana María Faillacey a nuestras colaboradoras Gabriela Taboas y Alejandra Colombo; quienes también se desempeñan
como secretarias en la Oficina). El lapso durante el cual el Dr. Landau estuvo a cargo del organismo — años 2002 al 2004— fue de muchísimo trabajo”
Es aquí donde Sandra se interrumpe a sí misma para comentarnos que “no obstante la exigencia, a mí me gusta mucho mi trabajo, el tiempo dedicado y la responsabilidad que conlleva. El único momento desalentador que vivo es cuando la gente se acerca con sus problemas personales; y yo sé que no van a tener solución. Esto me duele y me hace sentir impotente”. Luego de la brecha, la llevamos nuevamente a la conversación registral…
Al Dr. Landau lo sucedió a cargo de la Dirección Nacional el Dr. Ángel Gallardo… ¿qué experiencia vivió Ud. durante esta gestión?
– “El Dr. Gallardo era muy expeditivo y trabajaba con muchísima celeridad. Yo siempre califiqué la entrada del Dr. Gallardo como la de un ´tsunami”.
Para finalizar y si la pregunta no la compromete… ¿puede Ud. darnos alguna característica de la actual gestión de la Dra. Mariana
Aballay?
“La gestión de la Dra. Aballay se distingue por el trato que tiene hacia sus colaboradores y también hacia nosotras. ¡Es la primera vez que nos tratamos de «vos» con nuestros jefes! La brecha generacional con las anteriores gestiones es significativa y eso conlleva un trato distinto; pero mi función y el respeto por la autoridad es el mismo”.

Jorge Landau
“El Dr. Jorge Landau tenía una agenda muy nutrida, y durante su gestión el trabajo fue súper exigente. Recuerdo que llegué a quedarme algún día hasta las 23 hs para cumplir con mi tarea! Pero al mismo tiempo, debo decir que recuerdo al Doctor como el más afectuoso de mis jefes: siempre guardaba un instante para un chiste, un halago, un comentario para distendernos. Cuando le preguntábamos cómo estaba, por ejemplo, recuerdo que su respuesta era…. ´muy bien para mal de muchos´. Y siempre tenía una palabra, un gesto de agradecimiento hacia nosotras”

Alejandro Puga