Un prócer de nuestro Sistema
Luego de contactarnos telefónicamente, el Sr. Marcelino Alegre aceptó recibir a “Panorama Registral” en su propia vivienda en el Centro de la Capital Federal. Habiéndonos informado sobre su avanzada edad —98 años—, nunca imaginamos un hombre que nos recibiría sin acompañantes, de pie, y en perfectas condiciones; ofreciéndonos “antes que nada un café, no?” .
“Hasta hace dos o tres años todavía jugaba al tennis”, nos cuenta. “Pero por ese entonces tuve dos fracturas de cadera y dejé ese deporte”.
Alegre nació en la ciudad de Mercedes, provincia de Corrientes, el 30 de Julio de 1910. Allí vivió hasta 1922, donde se trasladó a la ciudad de Santo Tomé, en la misma provincia. Ya en 1928 se recibió de maestro en Corrientes capital.
En 1929, nos cuenta, vino a Buenos Aires y estudió durante dos años la carrera de Medicina. Pero en el año 1932 cambió de carrera, y se decidió por estudiar Derecho en la Universidad de Santa Fe. “Allí fui compañero de Ítalo Lúder. Lúder era en este momento presidente del Centro de Estudiantes del Radicalismo, y con él hicimos toda la campaña de Enrique Mosca a la presidencia. Luego Lúder, claro está, se mudó al Justicialismo con Hortensio Quijano”, aclara.
“Luego volví a la Capital Federal”, nos dice, “cuando fui nombrado maestro en la escuela entonces llamada ´República de Ecuador´, sobre la calle Ayacucho¨. Pero poco tiempo después, Alegre volvió a Santa Fe, donde fue tambero hasta 1955. ¨Ocurre que yo era esencialmente campesino, mi padre era administrador de campos, y yo trabajé muchos años a su lado¨, agrega, sin perder el hilo de la anualidad del relato.
¨Luego fui nombrado subsecretario de gobierno de la provincia del Chaco, cargo que desempeñé hasta 1958¨. Pero Alegre siguió viviendo esa provincia un tiempo, desempeñándose como Martillero Público y otras actividades relacionadas con la agricultura y el campo.
En Junio de 1964, Marcelino fue nombrado en la Dirección Nacional. ¨En aquel entonces, el nombramiento se hacía por decreto del Poder Ejecutivo Nacional. Había tres Departamentos en la Dirección: ´Capital´, que estaba a cargo de Teófilo Meana, ´Administrativo´, que estaba dirigido por un empleado de carrera de quien no recuerdo el apellido, e ´Interior´, donde fui nombrado yo¨. El Sr. Ernesto Viglino era el Director en ese entonces, luego sucedido por el Sr. Ernesto Niederhauser, a quien todavía recibo de tanto en tanto en este departamento¨.
¨Transcurría en ese entonces el gobierno del Dr. Arturo Illia, y yo fui nombrado por mi relación de militancia radical con el entonces Subsecretario de Justicia, Dr. Roberto Antonio Billinghurst. La UCR tuvo durante esta época un gran apoyo en el Registro…”
¨Luego de la caída de Illia, yo seguí trabajando con el mismo cargo y categoría, siendo Director Nacional el Cnel. Carlos Martín Berrotarán. Pero mi época de mayor jerarquía fue cuando el Vdoro. Alberto Palacio estuvo al frente del organismo. En ese momento era yo quien lo reemplazaba en el cargo en caso de ausencia”. Alegre continuó trabajando en la Dirección Nacional hasta sus 70 años, cuando pidió su jubilación y fue a colaborar como Encargado Suplente de su hijo en la localidad de Campana.
Finalmente, Alegre nos deja su impresión de la Dirección Nacional…. “yo creo que el Registro fue evolucionando de acuerdo a los requerimientos de cada época y de cada tiempo; y a la fabulosa expansión del parque automotor. Y el sistema sigue bien firme, a pesar de estos desafíos permanentes”; concluye.
DE ARCHIVO (SIC)
Frases de Marcelino Alegre extraídas del artículo publicado en la revista Legajo ´C´ (Marzo de 1996)
- “Cuando yo era Jefe de Departamento iba en riguroso ómnibus a la Dirección y volvía en riguroso ómnibus hacia mi casa, en Vicente López. Hoy las retribuciones del sistema permiten otro nivel de vida…”
- “Yo siempre pensé que informatizando el expendio de nafta podía controlarse toda la circulación de automotores: un automóvil puede tener cualquier inconveniente, pero sin nafta no camina. Si el vendedor de combustible tomara los datos del número de domino del automóvil al que abastece y el nombre de quien lo conduce, bastaría con introducir esos datos en un sistema informático para conocer con certeza por dónde circula cada auto”.
- “Llevo —estamos hablando de 1996— 68 años de militancia en la UCR. He conocido personalmente, incluso, a Marcelo T. de Alvear”.
- “Durante la presidencia de Arturo Illia los funcionarios del Registro se nombraron casi al azar. Desde la llegada del Coronel Berrotarán, por el contrario, se implantó un sistema mucho más justo, y existieron muy pocos nombramientos ´políticos´. Berrotarán nunca se ´tragó´ los nombramientos digitados”
Alejandro Puga