Desde fines de junio el Gobierno no entrega permisos para importar autos ante la falta de dólares y esa medida se siente a pleno en el mercado automotor con un agravamiento del desabastecimiento de 0km que no se producen en el país.
De esta manera, hace ya 60 días que no se liberan autorizaciones (conocidas como SIRA) para el ingreso de vehículos del exterior.
Según los últimos datos de julio, a los que accedió Ámbito, el stock total de autos en el mercado era de 58.763 unidades. Esto equivalía a un mes y medio de ventas. Lo normal es que el stock represente unos tres meses de ventas para poder tener a la red abastecida.
Se trata de todos los vehículos que hay en el país. Técnicamente estaban todos con certificados disponibles para patentar. Están en toda la cadena entre la fábrica, la red de concesionarias y revendedores.
Con el correr de las semanas, parte de ese volumen se fue consumiendo y no hubo reposición de unidades por el lado del “cepo” importador. Sí, en cambio, se fueron sumando modelos de producción nacional.
Si bien no se autorizan SIRAs desde junio, de todas formas se siguieron nacionalizando 0km que estaban en los depósitos portuarios, Se trata de unidades que ya tenían permisos otorgados previamente. Sin embargo, según la cifras oficiales que figuran en los registros de importación, en agosto se habían ingresado al país, hasta ayer, 2.048 vehículos.
Es un volumen muy bajo teniendo en cuenta que el mercado de los últimos meses rondó las 40.000 unidades. De ese total, el 35% – alrededor de 14.000 unidades – son importadas.
Para tener una magnitud del impacto del “cepo”, en julio, pese a que ya no se habían otorgado SIRAs, se nacionalizaron 15.144 vehículos. Estos eran modelos que recibieron los permisos de importación en junio o meses antes, pero que por cuestiones operativas demoran alguna semana su ingreso.
La baja de estas 15.144 unidades de julio a las 2.048 de agosto es el resultado de la medida del gobierno de no otorgar más permisos.
Gran parte de estos vehículos que se nacionalizaron en agosto se hicieron bajo la modalidad de importación con dólares propios de las automotrices. Se trata de modelos de marcas de alta gama o Premium que se venden en dólares “billete”.
El comprador paga con dólares “físicos” y esos billetes se utilizan para pagar las importaciones. En cambio, los ingresos que están trabados son los que realizan las terminales automotrices que cobran sus 0km en pesos e importan al dólar oficial.
Al no tener reservas, el Banco Central cerró el flujo de divisas a ese precio.
Estos modelos representan más del 97% del mercado y comprende, básicamente, a vehículos del segmento chico o mediano.
Durante agosto, los patentamientos mantenían la relación normal de los últimos meses: 68% de nacionales y 32% de importados.
“A este ritmo, sin autos importados, la participación de los nacionales va a estar por arriba del 70% en los próximos días”, dijo a Ámbito una fuente del sector.
La “argentinización” del mercado de autos se viene profundizando desde hace cuatro años. En 2019, la relación era prácticamente inversa: el 70% de los autos eran importados y el 30% nacional.
Está claro que el volumen de nacionales no se incrementará significativamente sino que caerá el de importados y el mercado será más chico.
En la Argentina se fabrican cinco modelos de autos, dos de SUV y cinco de pickup. A esto hay que sumarle tres utilitarios chicos y un comercial liviano.
“No todos los clientes quieren comprar estos modelos, Buscan otras opciones y no tengo para ofrecerles. Lo único que pude vender son modelos nacionales”, explicó un directivo de otra concesionaria.