El sector automotriz es uno de los apuntados por el Gobierno para apuntalar una política que impida la salida de dólares. El Ministerio de Desarrollo Productivo pretende en este sentido administrar la balanza comercial de este rubro, algo que sería posible con la puesta en marcha de acuerdos (Kulfas prefiere no utilizar el término “cupos”), que ya se encuentran muy avanzados.
¿El sector automotriz va a tener cupo para la importación de piezas o autos terminados?
No hablamos de cupos, sino de un acuerdo con toda la cadena autopartista, e incluso los trabajadores de Smata y UOM. Queremos aumentar la producción nacional, agregarle más valor y que sea un sector con balanza comercial equilibrada. La Argentina tiene las capacidades, pero por falta de una política industrial se han deslocalizado autopartistas. Nuestro objetivo, aceptado por el sector, es ir ya a un esquema de balanza equilbrada y desarrollo del autopartismo. Cada terminal está trabajando en tener equilibrio en su balanza y viendo qué componentes que la Argentina produce o puede producir más van a hacerse en el país.
¿Los que importan más de lo que exportan ya no lo podrán hacer?
La industria ya vivió esto en otros momentos de su historia. Si el sector se vuelve fuertemente deficitario, la producción y la demanda interna se corta. Por eso, el planteo es aprender de lo vivido y generar crecimiento con una balanza equilibrada, donde todas puedan crecer de manera sostenida sin engendrar el germen que conduzca a la crisis.
En el sector energético sucede algo parecido: en los próximos años queremos que el país produzca el gas que necesita para evitar la
importación, que signifique sacarle divisas a otras actividades que necesiten insumos. Desde los planes productivos macroeconómicos queremos conducir a una macro más saludable.
¿Esa búsqueda de equilibrio se puede reproducir en otras industrias?
En principio, el problema central está en los autos. Tenemos que generar planes que permitan aumentar la capacidad exportadora por donde más se pueda. Hay sectores con gran capacidad en el sector manufacturero y también en la energía con Vaca Muerta, primero con el petróleo, y más luego con el gas, que necesita algo más de tiempo por el desarrollo de infraestructura, con gasoductos, plantas de licuefacción y petroquímicas para elaborar.
Fuente: Cronista.com