El Ministerio de Justicia comenzó la transición entre el ministro saliente, Martín Soria, y el entrante, Mariano Cuneo Libarona. Pero ambos no se vieron las caras. Sí lo hicieron el viceministro, Juan Martín Mena, y el abogado Diego Guerendiain, de máxima confianza del ministro entrante y quien será su futuro jefe de Gabinete.
Mena renunció este martes, tras ese encuentro. Desde hace meses que no conversa con Soria, ya que el ministro se dedicó a hacer campaña, recorrió su provincia Río Negro y fue electo diputado nacional. Soria dejará el ministerio, pero entrará en el Congreso.
El encuentro entre Guerendiain y Mena fue cordial. Mena mostró máxima predisposición, relataron fuentes al tanto de lo conversado. El funcionario entrante pidió información que le fue entregada por las autoridades salientes, aunque falta mucho por hacer y prima una suerte de desorientación sobre lo que vendrá.
Tras esa reunión, se conoció también la renuncia del secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, publicada en el Boletín Oficial.
Hay algunos ejes que están delineados, pero resta aún palpar la implementación y bajarla a los nombres propios que rodearán a Cúneo Libarona en su trabajo. Por lo pronto, en cuanto a estructura, se mantendrá la Secretaría de Justicia, que podría quedar a cargo de un prosecretario de la Corte cercano a Juan Carlos Maqueda, Sebastián Ameiro. Se mantendrá también la Secretaría de Derechos Humanos. Aunque Cúneo Libarona tiene la idea de que se reduzca la cantidad de personas que trabajan allí (hay contratados a los que se les vence el contrato a fin de año).
Se incorporarán al Ministerio de Justicia la Oficina Anticorrupción (actualmente depende de la Presidencia) y la Unidad de Información Financiera (actualmente está dentro de la órbita del Ministerio de Economía). Se habría dejado de lado la idea de ofrecer la OA a la oposición y para la UIF lo único que se sabe es que quien asumirá es un hombre de “jerarquía internacional”, según dicen cerca de Cúneo Libarona.
Se mantendrán las subsecretarías de Asuntos Registrales y de Gestión Administrativa y la Procuración del Tesoro, donde fue anunciada la designación del exministro de la Corte Rodolfo Barra. Su pasado en agrupaciones juveniles pronazis hizo que se levantaran objeciones a su postulación. Cúneo Libarona se mostró sorprendido con este recuerdo del pasado de Barra, que desconocía, según juran en su entorno, a pesar de que el asunto motivó una tapa de la revista Noticias que provocó un terremoto político.
La otra objeción que se levanta sobre Barra es que una vieja ley de 1970 habla de un límite de edad de 60 años para el Procurador del Tesoro. Quienes defienden su postulación alegan que eso fue cambiado con un decreto de 1996 que equipara al funcionario a un ministro y con un precedente de la Corte que dispuso que no se puede poner límite de edad a los titulares de los Registros del Automotor, que dependen del Ministerio de Justicia y, por lo tanto, mucho menos a un ministro o equivalente.
En la administración entrante dicen además que se mantendrán en el Ministerio el resto de las áreas, aunque con menos personal.
Cúneo Libarona mantiene en secreto a su gabinete y al representante ante el Consejo de la Magistratura, que no será el juez Marcelo Gallo Tagle, como en un momento circuló. Trascendió que el ministro entrante tiene en mente proponer como Procurador General de la Nación al camarista Diego Lucini y que piensa además sumar a otro juez, ya jubilado, para otro cargo clave.
Para la Corte circulan los nombres de tres mujeres como posibles candidatas, todas ellas juezas, de diversos tribunales y jerarquías, orillando los 50 años, con mucha preparación jurídica y sin participación política. Se mencionó en las últimas horas, en el entorno de Cúneo Libarona, el nombre de la camarista Carolina Robiglio.
Entre los interlocutores del Cúneo Libarona en las últimas horas circuló una sensación de que hay lineamientos generales de gestión, pero a la hora de buscar los mejores hombres y mujeres no hay una mirada federal.
El trabajo por delante del futuro ministro, además de proponer a un juez de la Corte y a un Procurador, incluye completar tres cargos en la Cámara de Casación, seis jueces de tribunal oral federal para los juicios por corrupción, cuatro jueces federales de primera instancia en Comodoro Py y, eventualmente, dos camaristas federales. La cobertura de estos cargos requerirá acuerdos porque el Poder Ejecutivo tiene un solo representante en el Consejo de la Magistratura.