El balance 2022 de la industria automotriz arrojó que los argentinos necesitaron invertir el equivalente a 25,32 salarios promedio para la compra de un auto cero kilómetro de gama media. El número refleja un alza respecto del año anterior, cuando se habían requerido 24,81 sueldos, y sobre 2019, antes de la pandemia, más de 19.
Los datos surgen de una serie elaborada de manera mensual por la consultora de economía y negocios Abeceb, que toma en cuenta la relación entre precios y sueldos brutos de los asalariados privados registrados, sobre la base de los datos provistos por el Ministerio de Trabajo y la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara).
Pese a este incremento de la relación entre precios y salarios, la Acara informó en diciembre que los patentamientos habían crecido 6,8% respecto de 2021, aunque en el mercado lo atribuyen a los descuentos y promociones que debieron aplicar por razones de mayor oferta.
Cabe destacar que los salarios privados fueron justamente los únicos que lograron “empatarle” a la inflación, que cerró 2022 en 94,8%, la cifra más alta en los últimos 32 años, según el Indec. No fue el caso de los trabajadores informales (no registrados), que el año pasado perdieron en promedio el 7,6% de su poder adquisitivo, mientras que los empleados públicos tuvieron un aumento del 2%. Es por ello que tomar los sueldos del sector privado como referencia constituye la variable más representativa para analizar el mercado automotor.
Si se desglosa la cantidad de salarios que se necesitaron durante cada mes de 2022 para comprar un vehículo de gama media, Abeceb precisó: enero (26,1), febrero (27,4), marzo (26,1), abril (26,9), mayo (26,9), junio (19,5), julio (27,7), agosto (27,2), septiembre (26,4), octubre (26,2), noviembre (25,4), diciembre (17,8).
En la consultora explicaron que “no es una serie de salarios desestacionalizada, por lo tanto, en junio y en diciembre, por el cobro del aguinaldo, los meses de salarios necesarios caen siempre”.
Por otro lado, el ítem transporte del índice de precios al consumidor (IPC) determinó que los precios de los vehículos tuvieron un aumento interanual del 84,3% en el Gran Buenos Aires, mientras que en la ciudad de Buenos Aires (CABA) fue del 74,6%, lo que refleja un desacople del rubro respecto de la inflación general, al ubicarse alrededor de veinte y diez puntos porcentuales por debajo del IPC, respectivamente.
“Somos los mejores alumnos”, aseguraron al medio periodístico «La Nación» fuentes del mercado automotor, y precisaron que “en los últimos dos meses en las pick-up empezaron los descuentos por mayor oferta”. Por este motivo, resaltaron que entre los modelos más vendidos se encontraron los vehículos Ford Ranger y Volkswagen Amarok, que se acercaron significativamente a la Toyota Hilux.
“Hay demanda, pero tampoco explota. La oferta mejoró y hay mucha competencia”, confiaron a «La Nación».
Por otra parte, el índice de precios del sector automotor (IPSA), que elabora Acara para analizar el impacto inflacionario en el precio de los vehículos, arrojó un aumento del orden del 77% respecto de diciembre de 2021.
Según el último informe de Acara, durante 2022 se vendieron 407.532 autos, casi un 7% más que el año anterior. En tanto, el número de diciembre representó un incremento del 10,9% contra diciembre de 2021 y un 41,7% menos que en noviembre último.
Los 10 modelos más vendidos del año pasado (entre autos y utilitarios) fueron Fiat Cronos (38.769 unidades), Peugeot 208 (25.649), Toyota Hilux (24.628), Volkswagen Amarok (21.249), Toyota Etios (18.141), Chevrolet Cruze (15.221), Toyota Yaris (14.316), Renault Kangoo II (14.155), Ford Ranger (13.189), Toyota Corolla Cross (12.690).
Un sector golpeado
El ejercicio 2022 fue muy particular para la industria en general, y el sector automotor en particular, ya que estuvo marcado por las restricciones a las importaciones y los problemas para el acceso a las divisas, desde la implementación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), cuestionado por buena parte de la cadena productiva nacional.
Otro factor que influyó en el rubro automotor el año pasado fue el conflicto gremial en la industria del neumático, que duró varios meses e incluyó paros y cese de actividades en las principales compañías de este sector en el país: Bridgestone, Pirelli y Fate. La disputa en reclamo de una reapertura paritaria y por despidos –que cesó recién el 30 de septiembre último– había afectado la fabricación de neumáticos y, en consecuencia, la producción de vehículos.
Sin embargo, el sector logró recomponerse hacia el final del año, aunque en detrimento del salario de quienes necesitaron adquirir un vehículo de gama media en 2022.
Fuente: La Nación