El arreglo de un vehículo que estuvo sumergido puede costar más que comprar uno 0 Km

En Comodoro Rivadavia, un relevamiento de talleres electromecánicos, revela la demanda que tienen para reparar vehículos afectados por el temporal.

En este sentido, el propietario de Emaza, José Zárate, explicó que hasta la fecha han recibido diez autos en esa condición y que las roturas más comunes se encuentran en rodamientos, alternadores y el sistema de aire acondicionado.
Otros daños que presentan los vehículos son roturas más extremas como bielas dobladas o problemas en las conexiones eléctricas, donde es necesario desarmar todo el vehículo para detectar la falla.

En el taller de Zárate, varios automóviles se encuentran a un costado a la espera de que el equipo de trabajo los desarme para encontrar la falla. Uno de los últimos trabajos en que se ocupa José es un Citroën C4 al que el agua le llegó a la altura del espejo retrovisor. “Como es un auto muy bajo, el agua le pasó por arriba del motor y el filtro se le llenó de agua y es imposible que no le genere daño. En este caso, vamos a tener que sacar todo y limpiar sensor por sensor”, describió.

“Un trabajo de este tipo te lleva mucho tiempo y la gente tiene que saber que no sale 6 mil pesos o no hay tarifas sociales. A un auto nuevo si le entra el agua por lo menos tenés que tener entre 45 o 50 mil pesos en repuestos como mínimo y te conviene comprar un motor semiarmado. Es mil veces más barato”, graficó el propietario de Emza.

Juan Stancheff, quien tiene un taller en el barrio Mosconi, también sostuvo que los trabajos de los vehículos afectados por el temporal no son fáciles de cuantificar en materia de costos porque cada uno tiene una característica o daño en particular. “Yo no puedo decir: “dame 5 mil pesos y te lo arreglo” porque la persona que te dice eso te está estafando. La realidad es que el auto que se pasó de agua por encima de la rueda está muy comprometido y el arreglo final seguramente será más costoso que comprar uno nuevo”.

“Yo te lo puedo arreglar. El mecánico te lo puede desarmar, pero nunca va a quedar igual. A los dos meses vas a empezar a tener problemas y a fin de cuentas vas a gastar más plata que comprar un cero kilómetro. Es una desgracia pero es así. También hay que entender que no toda la gente tiene la posibilidad de comprar un auto al día siguiente y por eso se vuelca a las “tarifas sociales” pero debe saber que le está poniendo un parche a una herida profunda”, agregó.

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Cuáles son los diez autos usados más vendidos

Por tercer mes consecutivo, la venta de vehículos usados creció y sostuvo una tendencia positiva. El top ten de los más comercializados según información de la Cámara del Comercio Automotor

El mercado automotor en Argentina es un nicho anti-inflación. En el almuerzo de fin del año pasado, Dante Álvarez, presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina -Acara-, expresó algo que todos comparten: “El mercado argentino es increíble”. La guerra de precios, bonificaciones, financiación, estimulados por la crisis en Brasil, generó una discrepancia bestial: los 0 km llegaban a estar más baratos que los autos usados. De esta manera se produjo una pérdida en el valor real de los vehículos más viejos por escasez de demanda. Los particulares y las concesionarias no avalaron la baja de precios y las ventas se desplomaron.

Pero el fenómeno parece estar cambiando, otra vez, fluctuando en combate con la lógica. En 2016 se comercializaron 1.516.510 vehículos usados, una caída de 14,7% con relación a 2015, según informó la Cámara del Comercio Automotor -CCA-. “El mercado está enrarecido con precios de oferta del sector privado que no se condicen con la realidad. Somos los comerciantes los que aceptamos la realidad con pérdidas sustanciales en nuestros stocks”, explicaba, contemporáneo a la batalla perdida contra los patentamientos, Alberto Príncipe, presidente de la CCA. En el primer trimestre de 2017, se registraron 407.468 transacciones, lo que corresponde a un aumento del 11,52% en comparación con el mismo mes del año pasado (365.366 vehículos).

Desmenuzado: las ventas de autos usados en el tercer mes del año crecieron un 16,73% en detrimento de marzo de 2016 (151.128 contra 129.473 unidades). Aunque lejos todavía de las estadísticas extraordinarias de los 0 km con pronósticos de entrar al podio de los años más gloriosos para los nuevos patentamientos. Marzo para los cero kilómetro representó un incremento interanual del 36,4% con un registro de 76.745 vehículos en contraste con las 56.280 unidades matriculadas en el mismo mes del año pasado. Tal vez esta estadística, este preciado “brote verde” para el gobierno actual, se explique por un aumento en los valores oficiales por debajo de la mitad de la inflación.

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Cómo manejar bajo la lluvia

Conducir bajo condiciones climáticas adversas requiere tomar mayores precauciones. Te refrescamos algunos consejos.

Una vez más, pese a todas las ocasiones en que insistimos con el tema, el clima no es un detalle menor a la hora de manejar y debemos ser sumamente precavidos para conducir bajo la lluvia. Lo ideal sería no exponernos a la tormenta, pero claro, cualquier puede sufrir una emergencia o una indisposición que lo obligue a subirse a su vehículo.

Hay cientos de consejos que se pueden dar, mitos o reales, pero que pueden dar una idea cabal de cómo desempeñarnos ante este panorama. El estado del tiempo nos va a afectar invariablemente, ya sea por el sol de frente, el viento o la nieve, pero nada repercute como la lluvia.

El primer ítem a considerar, fundamental para continuar con el resto de los conceptos, es el aquaplaning, fenómeno que se da cuando el neumático no logra despejar el agua y el auto patina sobre una delgada capa de líquido que existe entre el asfalto y la rueda. Ocurre cuando pasamos por un charco o vado, por eso es que no hay que frenar, sino soltar el acelerador y mantener firme el volante, y siempre es recomendable seguir las huellas de otros vehículos. Este proceso da a lugar a toda una serie de circunstancias y necesidades que debemos cubrir.

La más obvia e importante será entonces aminorar la velocidad, ya que el agua hace el asfalto más deslizante, y cuanto mayor sea la celeridad, menos tiempo tendremos para maniobrar (debemos evitar volantazos bruscos).

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