La implementación del nuevo sistema SIRA para regular las importaciones sigue sembrando alarma en la industria automotriz. En el sector autopartista crece la preocupación porque los proveedores del exterior no aceptan el nuevo cronograma de pagos a los 180 días de plazo que establece el actual esquema y amenazan con no enviar insumos, lo cual pone en riesgo la producción y el abastecimiento en toda la cadena, que ya se encuentra “muy tensa”.
“Si no podemos importar dependemos de los actuales stocks, que alcanzan solo para unos días”, advirtió un empresario del sector. Los proveedores del exterior, explicó, no aceptan enviar sus productos si el pago de la importación es autorizado recién dentro de 180 días, como definió el nuevo régimen SIRA que regula el comercio exterior. La problemática afecta a empresas autopartistas de todo tipo, agregó. Los proveedores exigen una garantía o un pago por adelantado para concretar un embarque.
A diferencia del anterior sistema que regulaba el ingreso de las importaciones (el denominado SIMI), el SIRA establece que los pagos de la mercadería serán liberados por el Banco Central en un plazo de 180 días. Cuando regían las SIMI –hasta hace dos semanas-, las autorizaciones podían demorarse, pero en cuanto la importación era destrabada, el Central otorgaba el acceso a los dólares en ese momento. Era el caso de las licencias no automáticas, dentro de las que estaban englobados autos y autopartes.
Los riesgos que implica para un proveedor del exterior una deuda a seis meses con una contraparte argentina representan hoy el principal obstáculo que enfrentan los autopartistas que necesitan importar insumos para producir, explican en el sector. Esa traba se suma a las dificultades operativas que causó la implementación del nuevo sistema en los primeros días. Según el Gobierno, el 50% de las operaciones presentadas en total hasta el momento fueron aprobadas.
Producto de las demoras iniciales en las autorizaciones, en las últimas dos semanas debieron parar la producción durante un día Fiat, Nissan y Renault en Córdoba por falta de insumos. Cuando las autorizaciones llegaron, se retomó la producción. De todas formas, en el sector insisten en que la cadena está “muy tensa”.
El jueves último, las autoridades de Adefa (la asociación de fabricantes de autos) mantuvieron una reunión con funcionarios de la Secretaría de Comercio que conduce Matías Tombolini para solicitarle un achicamiento de los plazos de pago al exterior. Desde la cartera oficial explicaron entonces que el nuevo sistema automatizó datos y estableció plazos de pago a 180 días, pero que serían contempladas excepciones.
El nuevo sistema SIRA buscó unificar en una sola ventanilla toda la gestión del ingreso de los productos importados, como una medida extrema para administrar la escasez de dólares en el Banco Central. El faltante de divisas ya ocasionó problemas a lo largo del año para la industria automotriz, al punto que las terminales debieron ceder parte de su cupo importador a sus proveedores autopartistas, para que no se detenga la cadena de producción.
Fuente: La Nación