De refranes también se aprende

Los Encargados de Registro poseen sobrados conocimientos registrales, pero nunca deben  dejar de tomar en cuenta la sabiduría popular para enfrentarse con algunas situaciones. Esta sabiduría popular a quedado grabada en la memoria colectiva bajo la forma de «refranes», y aquí se ilustran algunos proverbios aplicables:

  1. «En casa de herrero cuchillo de palo»: Usted conoce la obligación de transferir su auto a los 10 días de haberlo adquirido, aunque también sabe que nadie le recriminará por no haber respetado ese plazo. Para qué andar a las corridas, si la nueva Cédula todavía tiene un año de vigencia…
  2. «Hazte fama y échate a dormir»: Existen individuos (abogados, gestores o simplemente vecinos) que no gozan de la mejor reputación en el ambiente. Es recomendable poner especial atención en los trámites presentados y en las excusas esgrimidas por estos individuos.
  3. «Cava, cava y encontrarás agua»: Revuelva, revuelva y encontrará ese legajo perdido desde 1974.
  4. «Sobre llovido, mojado»: Se traspapeló un pedido de legajo por 04, y el interesado está furioso. No crea haber solucionado el inconveniente con sólo detectar el olvido: una vez pedido el expediente la ficha de OCA pudo haber estado mal confeccionada en el apuro, la empresa transportista pudo haber iniciado una huelga o puede —incluso— extraviarse el legajo cuando finalmente usted logra tomar contacto con él. Sepa entonces que nuestro perturbado usuario apenas tendrá que esperar 60 días hasta que se concrete la reconstrucción del expediente.
  5. «Errando, errando, se termina acertando»: Después de 18 juicios iniciados por trámites mal firmados, usted habrá aprendido a revisarlos correctamente.
  6. «Las cosas que no suceden en un año pueden suceder en una hora»: Prevenga el exceso de alcohol en los brindis de fin de año y revísele la estantería al empleado más jocoso. Esa última hora del día 30/12 puede ser fatal para su futuro registral.
  7. «No confíes en el otro lo que puedes hacer por ti mismo»: ¿O usted no puede archivar legajos, atender al público, procesar los trámites y firmarlos luego? Considérelo.
  8. «No todas las preguntas merecen una respuesta»: Dibuje su mejor cara de póker frente a los usuarios molestos y finalmente entenderán que no pueden certificarse firmas con la presentación del carnet de la biblioteca barrial.
  9. «Más sabe el diablo por viejo que por diablo»: Respete las sugerencias del Encargado Suplente que lo asesora. Parece algo confundido, pero hace 42 años que trabaja en el oficio, merece respeto y tal vez tenga algo de razón. }
  10. «Un candado en la bolsa y dos en la boca»: Escaso tiempo le llevará comprender este axioma. Parentescos, amistades y conveniencias de la «familia registral» señalan esta máxima como altamente recomendable.

Tal vez podrían citarse cientos de frases aplicables, pero creemos que como muestra basta un botón y consideramos que poco tardará usted en aplicar la sabiduría popular sin la ayuda de nadie.

Alejandro Puga

Revista Legajo ´C´, Octubre de 1996

 

El Registro New Age

Tapa del libro “Digesto de Costumbres Registrales”, compilación

El Formulario 02G, el uso de termoselladores y los envíos a domicilio no fueron alternativas creadas para solucionar problemas estrictamente registrales. 

Por el contrario, son sólo muestras de la época y poco tardarán en aparecer otras. En pocas semanas se concretará el lanzamiento del 08 descremado, el 05 energizante y el 01 descafeinado.

Pero la renovación del Registro Automotor no quedará agotada en formularios. Existen, dentro del Ministerio de Justicia, especialistas elaborando proyectos para una atención integral del usuaario. Ha logrado averiguarse que se barajan propuestas para reglamentar:

1) La indumentaria del personal: Los empleados de cada Registro Seccional estarán vestidos exclusivamente con remeras blancas, de patrióticas inscripciones celestes: «Haga Patria, registre su transferencia» o «Mírese al espejo y reconozca el cambio de motor que realizó en su vehículo», serían las leyendas más aceptadas.

2) La decoración del ambiente: Se implementará un panel con fotografías de todos los Directores Nacionales. Ellas deberán contener una frase célebre (real o inventada) atribuida a cada uno de los funcionarios. Se baraja también la posibilidad de un segundo panel que distienda un poco la espera. En él se colocarían actores y actrices livianos de ropa, pensamientos de Einstein y un espacio vacío para la inscripción de graffitis.

3) Atención del Usuario: Agradables señoritas saludarán al entrar y al salir del Registro, señalándose a cada persona los innumerables caminos que el parquet de la oficina ofrece para llegar al mostrador. También se solicitaría que el policía de seguridad esté capacitado para brindar una clase de educación física durante la espera, para quienes así lo deseen.

4) Psicólogo gratuito: Cualquier conflicto que sorprenda al usuario deberá ser evacuado inmediatamente por medio de una atención profesional. Así se suavizarán las crisis que provoque el uso del ítem 20 del Formulario 02 («Otros»), el duelo de firmar el rubro vendedor de un 08 o las paranoias que genere la formulación de observaciones como «Falta SU Verificación», «No consta SU Baja» o «es necesario SU Certificado de Libre Disponibilidad».

Todo este panorama se completaría con la instalación de un medidor de dióxido de carbono en la atmósfera, con una seductora exhibición de formularios en estantería y con la reclusión de fumadores en una sala especial. Un conferencista ilustraría sobre los máximos de glucemia, colesterolemia y exposición al sol tolerables por el ser humano.

Pero el sistema que permite esta atención integral al usuario no se agota en las oficinas del Registro. Quien se presente a verificar el auto a su domicilio le ofrecerá 8 días de vacaciones en el SPA de Oro y Cerviño y un Plan de Terapias Breves por si algún número de motor o chassis no coincide con el que fuera consignado en la Solicitud Tipo 121. Por su parte, quien le entregue su nueva chapa y Cédula le dará simultáneamente un beso, un caramelo y un discurso de congratulaciones. 

Desde ya, lo felicitamos por haber leído este artículo hasta su finalización, y un especialista podrá explicarle cualquier párrafo que no logre comprender en el teléfono 0600.5666.

Alejandro Puga,

Revista Legajo ´C´, Julio de 1996

Una Gran Familia

Innumerables veces se ha citado a «la gran familia registral» como componente básico del sistema automotor. El concepto es susceptible de infinidad de interpretaciones si no se precisa un poco su alcance. La Real Academia describe como «familia» a todo grupo interrelacionado de personas, unidos o no por lazos sanguíneos: la definición es tan amplia que sólo ejemplificando un poco el fenómeno podremos comprender su significado.

Un poco formalmente, se iniciará la caracterización de esta «familia» como un grupo de personas que persigue la misma meta: el cumplimiento del sistema jurídico del automotor y el correcto funcionamiento de las instituciones creadas para ello.

Sin embargo, la gran familia registral es mucho más que eso. Puede entenderse al constatar que el empleado de Rentas del Registro 108 de Mendoza es hermano del portero de la A.D.A. La prima del Encargado del Registro 1237 es Jefa de la Concesionaria Auto-Stop y el asesor letrado de Touring Croata es padre del responsable de Mudanzas Registrales S.A.

Señalamos hasta aquí relaciones lógicas y habituales a cualquier sistema.

Pero la familia registral no se agota en trivialidades. Mucho más interesante es descubrir las insinuantes miradas entre el policía y la cajera del Registro de Motovehículo H de Capital, los mimitos entre la Encargada y su empleado de archivo o los guiños de ojos entre dos jóvenes que trabajan mostrador de por medio.

La familia parece así casi simpática. Comienza a cuestionarse su existencia cuando un divorcio enfrente a al Encargado Titular con la Encargada Suplente, cuando los asesinatos de gestores son provocados por sus amantes registrales y cuando alguien nota que el calzoncillo que su mujer dice «haber encontrado en la terraza» responde a las mismas características de aquel que su empleado se lamentaba esa mañana por haber extraviado.

Tampoco es nada trivial percibir que las huellas digitales del corpiño de una sobrina estén estampadas con la misma tinta con la que el Encargado Suplente enchastró hoy sus manos, o entender que sobre la silla en que revisa trámites estuvo sentado alguna vez el ex marido de su mujer. 

Claro que estas pequeñas perturbaciones pueden suponer también grandes ventajas. Los trámites más engorrosos, por ejemplo, son estudiados minuciosamente por el pretendiente de la hija del Encargado —sólo con la remota esperanza de ganarse su afecto— y la empleada de Rentas también hace méritos: suele brindarle alojamiento al Encargado Titular, cuando su mujer se torna insoportable.

Pero más allá de cualquier inconveniente, nunca debe menospreciarse a la familia. Usted sabe, es la célula básica de la sociedad y de cualquier sistema.

Alejandro Puga

Revista Legajo ´C´, Marzo de 1996