Si el auto de Manuel Iglesias fue el primer auto fabricado en la Argentina y el Anasagasti fue el primer auto nacional de producción en serie, el Yruam se convirtió en 1936 en el primer auto de producción nacional con chapa patente identificatoria de la Argentina. Lo fabricó entre 1927 y 1928 el ingeniero Emmanuel José Maury, un inmigrante francés que tenía su taller de la calle Jujuy al 300, en la ciudad de Buenos Aires. No se fabricó en serie. Fue un prototipo artesanal, de carácter experimental, con carrocería tipo coupé. Tiene capacidad para sólo dos pasajeros y volante a la derecha.
Con motor naftero de ocho cilindros en línea y 2.000 centímetros cúbicos (potencia y torque no declarados). Tenía dos válvulas por cilindro, carburador de doble boca y distribución por cadena. Caja manual de cinco velocidades y tracción trasera.
Además de haber sido el primer auto nacional patentado, también fue el primero de la industria local en incorporar frenos mecánicos en las cuatro ruedas. Se accionan por medio de cables y tienen campanas de aluminio ventiladas (que Maury copió de los autos franceses de competición).
Su nombre era y es impronunciable. ¿Por qué se llama “Yruam”? La respuesta es simple: es el apellido de su creador, Maury, leído al revés.
El ingeniero Maury fabricó en su taller la mayoría de las piezas del vehículos, incluyendo la caja de cambios completa. No sólo eso: también fabricó las herramientas que después utilizaría para la producción del auto. Maury donó el Yruam al Automóvil Club Argentino en 1966 y aún hoy se lo puede ver en el Museo del ACA, en su sede central de Buenos Aires.
El Yruam pasó a la historia como el primer auto nacional patentado en la Argentina, si bien su matriculación se produjo recién ocho años después de que Maury terminara de fabricarlo. El Yruam merece crédito también por su diseño original, inspirado a las coupés francesas de los años ’20, y por el objetivo altruista de Maury: lo fabricó por el puro placer de construirlo. El Museo del ACA recuerda con estas palabras al ingeniero francés: «Su grandeza se hizo más evidente aún cuando lejos de todo interés, el propio Maury fue quien donó la exclusiva unidad a la colección del ACA en 1966″ (Carlos Cristófalo)
Fuente: Motor1
Excelente conocer que se conserva !!