¿Qué pasa si nunca pagué patente?

El impuesto a la patente automotor representa un porcentaje elevado de los gastos mensuales de un auto, ya que se cobra el 3,5% del valor fiscal

“IProfesional”, 16 de septiembre

El impuesto a la patente, si bien no se paga de forma mensual, sino que el monto se paga de forma anual o en 5 cuotas, suele ser un gasto representativo del auto, especialmente en el caso de los vehículos más nuevos y los de alta gama.

Si bien el valor varía según la jurisdicción en la que se encuentre radicado el vehículo, el valor que se debe pagar es el 3,5% del monto fiscal anual. En el caso de los vehículos nuevos, la patente la cobra la Provincia, mientras que, en el caso de modelos más antiguos (11 años o más de antigüedad) se municipalizan.

En la actualidad, los modelos 2013 o inferiores están a cargo de los municipios. Sin embargo, independientemente de si se abona el tributo a la provincia o a un municipio, surge la duda sobre cuáles son las consecuencias de no abonar la patente.

¿Cuáles son las consecuencias de no pagar la patente?
En el caso de no pagar la patente, como cualquier otro tributo, la deuda se acumula y se comienzan a generar intereses por mora o falta de pago. Además, en el caso de que se acumule un 10% del valor del auto, el ente que recaude el tributo podrá iniciar un proceso judicial para su cobro.

En este sentido, muchas personas dejan acumular las patentes para luego adecuarse a un plan de moratoria el cual suele ser más económico, medido en términos reales, que haber abonado en tiempo y forma. Sin embargo, es un riesgo para el usuario, ya que, de no existir ese plan de pagos, la deuda puede volverse insostenible.

Sin embargo, cabe aclarar que desde la presidencia de Javier Milei dejó de ser obligatorio el pago de la patente para circular. Además, desde septiembre dejó de ser obligatorio cancelar tanto las deudas por multas como patentes antes de transferir un auto.

Desde el Gobierno señalaron que están luchando por desburocratizar los trámites automotores, por lo que se les quitó ese poder. “Los registros automotores dejarán de cobrar los impuestos y tasas relativos a la radicación de automotores y de sellos, y las multas por infracciones de tránsito cometidas en jurisdicción provincial o municipal. Será responsabilidad de cada jurisdicción la percepción de los mismos”, señaló Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia,

Asimismo, Sebastián Amerio, señaló que los gobiernos deberán hacerse responsable ante los ciudadanos con respecto a los impuestos, tasas y retenciones que cobran. “Los argentinos tienen el derecho de saber a dónde es destinada la plata que el Estado les retiene”, recalcó.

De esta forma, si el municipio o la provincia no reclama, la patente podría prescribir y, por ende, queda en el usuario si quiere o no pagar, sin recibir ninguna penalización.

Por ejemplo, según la ley de la Provincia de Buenos Aires, luego de cinco años, vencen las acciones y poderes de la Autoridad de Aplicación para determinar y exigir el pago de las obligaciones fiscales regidas por este Código y para aplicar y hacer efectivas las sanciones en él previstas.

En términos simples, las deudas de patente prescriben al transcurrir cinco años, tanto el monto original como también los intereses y multas.

Sin embargo, no será tan simple como esperar el transcurso de los años sin ninguna consecuencia. De hecho, Cristian Girard, director de ARBA, en una entrevista que realizó con La Brújula 24 reveló varias cuestiones al respecto.

La primera es que, al detectar una deuda, realizan una gestión de cobranza por apremio, pero, si no surte efecto, se va a juicio. Para evitar la prescripción, se emite el título ejecutivo antes de los cinco años.

En esos casos se tienen que abonar los honorarios de los abogados y en general implican la mitad de la deuda. Por este motivo, considera que lo ideal para el contribuyente es no llegar a juicio.

“Hasta determinado monto hay un esquema de apoderados fiscales, donde los abogados toman el caso y cobran por ello”, señaló a La Brújula 24. Asimismo, señaló que la gente que tiene un buen poder adquisitivo suele especular con los juicios y arma un plan de pago en el que se licúa la deuda.

Este hecho lo consideró doblemente injusto, ya que en situaciones de notificación con contribuyentes de menor capacidad como comerciantes, estos suelen asustarse y abonar. “Por eso ahora, si vos tenés un auto importado o una casa de alta valuación fiscal, te caemos con todo”, aseguró.

Por este motivo, si bien las deudas de patentes no serán exigidas para circular ni realizar una gran cantidad de trámites, se deben abonar en algún momento para evitar consecuencias graves.

La Noticia en IProfesional

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