El Dr. Marcelo Gallo Sara es Encargado Titular del Registro Seccional Henderson, provincia de Buenos Aires, y participa en nuestra revista desde el año 2011. Ya con los resultados del octavo mes del año, Marcelo analiza el mercado de 0 Km. a la luz de los números dados a conocer por ACARA el pasado lunes. Una especial ponderación de las transferencias digitales en lo que se refiere al sostenimiento de los índices de compra-venta de usados.
“Los mensajes de whatsapp al vendedor de confianza tardaron en ser contestados, había empezado las averiguaciones para cambiar el auto sobre abril/mayo, y después las suspendió por cuestiones personales. Cuando finalmente le respondieron, fue sorpresa por partida doble: Oscar ya no trabajaba en la concesionaria, y el auto que en mayo era un mediano segmento C promedio, por precio y prestaciones, hoy por precio le parecía casi un alta gama: de aquellos quinientos y pico mil pesos de mayo, a estos novecientos y pico mil en septiembre”
Cuando en la última edición impresa de Panorama tuvimos oportunidad de analizar el comportamiento del mercado automotor durante la primera parte del año, decíamos que se abría un gran interrogante respecto del segundo semestre, que iba depender, indudablemente, de la forma en que fuera evolucionando el contexto económico nacional.
Veníamos de cuatro meses muy buenos (enero, febrero, marzo y abril) que iban a alcanzar en elpromedio para que el balance del primer semestre fuera favorable, pero advertíamos que la actividad estaba con luz amarilla, fundamentalmente por la devaluación del peso en relación con el dólar, y su notable incidencia en una industria adonde la participación de los automotores importados, o las autopartes importadas, es cada vez mayor.
Los números de patentamientos en agosto confirman esa apreciación: 67.214 vehículos nuevos ingresados a las cocheras argentinas, un 25,18% menos que en agosto de 2017 y un 2,3% menos que en julio de 2018, según datos suministrados por ACARA. El acumulado del año todavía está un 1,93% arriba con respecto al mismo período de 2017, pero en nuestro criterio, lamentablemente, las perspectivas para lo que resta del año no son muy positivas, por el abrupto freno en las ventas como consecuencia de la devaluación y el incremento de la inflación.
Posiblemente no será de los peores años para el mercado automotor, pero a no dudar, estará lejos de las expectativas que se tenían al comenzar 2018. Está claro que la industria puede resultar en alguna forma favorecida por esta situación, ya que un dólar más competitivo facilita la colocación de sus productos en el exterior, pero dicho segmento no se encuentra en un compartimiento estanco, en relación con el resto de los eslabones de la cadena; así que en definitiva tampoco hay mucho margen para festejar en este rubro.
Otro factor que conspira contra el crecimiento de las ventas, es la suba de tasas. Un gran porcentaje de las ventas se concretaba contando con financiación bancaria o de otro tipo, y garantía prendaria; y esas operaciones se han transformado en casi prohibitivas para los usuarios, en razón de las elevadas tasas que deben convalidar para contratar su préstamo, producto el cual, por otra parte, ya es bastante difícil encontrar en el mercado.
Los aumentos en el precio de los 0km, intentando mantener el valor en dólares de los vehículos, traducidos en pesos (moneda en la cual perciben sus ingresos casi la totalidad de los argentinos) son tan estratosféricos como se señala en el encabezamiento de este artículo. Y como los usados no han podido acompañar aún tales aumentos, las transferencias no han sufrido el golpe que sufren los patentamientos. En el caso de las transferencias, suponemos que además debe influir para el mantenimiento de un volumen aceptable de trámites, el descuento del 40% sobre los aranceles registrales, dispuesto para el trámite digital.
Recordemos que el descuento había sido fijado en principio en un 20%, y luego duplicado el porcentaje en forma temporaria, en aras de lograr una mayor aceptación del trámite de transferencia digital por parte de los usuarios, objetivo que parece haberse conseguido.
De forma tal que, el desafío para los distintos actores del sistema, en adelante, es descubrir cómo hacer para aprovechar la capacidad instalada, preparada para atender un mercado mucho más grande que el que finalmente se va a tener, y como maximizar los menores ingresos obtenidos, para no tener que llegar al extremo de desprenderse de recurso humano altamente capacitado, el cual ha costado tanto formar, y es un pilar fundamental para la actividad.
Marcelo Gallo Sara
Encargado Titular
Registro Seccional Henderson