La producción nacional de vehículos se redujo en mayo a 30.280 unidades, 35,3% menor que la de un año antes, pero similar al mes previo. Se estabilizó por cuarto mes consecutivo en un ritmo de un modesto nivel de 360.000 máquinas al año, por debajo de la mitad de la capacidad instalada en el conjunto de la industria.
El factor determinante de tan pobre desempeño es el debilitamiento del mercado interno porque los potenciales compradores vieron licuados sus niveles de ingresos con la aceleración de la inflación, pero además los precios promedio de las unidades subieron un 88%, a ritmo de la tasa de devaluación por la singular gravitación de las partes importadas y por la escalada de las tasas de interés y consecuente retracción del crédito prendario.
De ahí que las ventas a concesionarios descendieron a 27.947 unidades, a un ritmo de apenas 336.000 mil al año, 63,1% inferiores a las de igual mes del año anterior, informó Adefa.