El Dr. Marcelo Gallo Sara es Encargado Titular del Registro Seccional Henderson, provincia de Buenos Aires, y participa en nuestra revista desde el año 2011. Ya con los resultados del mercado automotor del cuarto mes del año, Marcelo analiza el mercado de 0 Km. y Usados; que vive una realidad especialmente crítica dentro del difícil escenario económico nacional.
Quienes tenemos algunos años recorridos, y un mínimo conocimiento sobre la forma en que se mueve el mercado automotor; inmediatamente supimos, después que la cotización del dólar estadounidense comenzó a desperezarse, que íbamos a tener problemas. Que ese paso desde los aproximadamente $20 por dólar de fines de marzo de 2018, pasando por la paridad en $30/$35, hasta la cotización actual; nos iba a provocar, sin lugar a dudas, algún que otro dolor de cabeza.
Evidentemente esta no era una buena noticia para nuestra actividad, en la mayoría de sus eslabones; los brotes verdes que se mantenían creciendo a buen ritmo, iban a empezar a marchitarse.
Alcanzaba con conocer la composición de nuestro mercado automotor, adonde predominan, muy especialmente los últimos años, las ventas de productos importados; y asimismo, la alta incidencia de los componentes importados, en las autopartes requeridas para ensamblar un vehículo nacional. El aumento en el precio de los autos era prácticamente cantado, en un mercado atado a la cotización del dólar.
Y además, los años permiten conocer el impacto inflacionario de la devaluación, con el consiguiente aumento de precios en general, no ya únicamente de los autos, sino del resto de los productos puestos al consumo, contribuyendo así al retraso salarial, y por ende a la disminución del poder adquisitivo de gran parte de la población, fundamentalmente la asalariada.
Algunas medidas tomadas para “enfriar” la cotización del dólar, básicamente el aumento de tasas de interés para hacer atractivos los depósitos en pesos, dejaron al mercado automotor casi sin herramientas de financiación a tasas accesibles. A ello se sumó la estrepitosa caída de una de las vedettes de los últimos años, los planes de ahorro, con cuotas que siguen al valor de los vehículos.
Es ésta la situación adonde nos encontramos embretados desde el año pasado, y, honestamente, no alcanzamos a vislumbrar cuando finalizará. Dejamos el pronóstico para los expertos en economía.
Hecha esta introducción para poner contexto sobre lo que hablaremos a continuación, que es la evolución del mercado automotor en esta primer parte del año; es necesario hacer una salvedad: como hemos mencionado en estas páginas en alguna otra oportunidad, hay que tener presente, contra que datos comparamos los datos actuales de ventas. Estamos hablando, estimado lector, para el momento de tener esta revista en sus manos, de datos referidos fundamentalmente al primer cuatrimestre de 2018, en comparación interanual con el primer cuatrimestre de 2019.
Esta salvedad no es ociosa, porque el comparativo interanual con 2018, hace tan solo un año, se hace contra un período temporal adonde se había cerrado el mejor primer cuatrimestre en ventas de la historia. De forma tal que el comparativo con las cifras actuales, que si bien son malas, evidentemente las hace aparecer peores.
Por ejemplo en abril de 2019 (último dato mensual que tenemos completo al momento de escribir esta nota) se vendieron 36.567 vehículos, un 4,9% menos que en marzo, y un 52,2% menos que en abril de 2018. El acumulado del año cae 50,1%. Como dato anecdótico, por ejemplo, el pasado mes de marzo se batió otro récord, pero negativo: hacía más de 17 años que en marzo no se vendían menos autos que en febrero. Y desde el año 2006 que no veíamos un primer cuatrimestre con menos de 180 mil unidades patentadas.
Las ventas en el primer cuatrimestre continuaron en baja, y específicamente en abril profundizaron una contracción, que acumula ocho meses, según los datos informados por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA).
Quedando conformado el ránking de los vehículos más vendidos, hablando de autos y comerciales livianos, así:
1 Toyota HILUX 2.234
2 Chevrolet ONIX 1.429
3 Volkswagen GOL 1.137
4 Toyota ETIOS 1.076
5 Renault KWID 1.076
6 Ford KA 1.064
7 Renault NUEVO SANDERO 1.058
8 Fiat CRONOS 1.057
9 Volkswagen AMAROK 990
10 Chevrolet PRISMA 949
Como vemos, “las chatas” continúan peleando los primeros puestos, a veces liderando como en el caso de la Toyota Hilux en abril, y entremezcladas en el Top 10 como en el caso de la Volkswagen Amarok.H
Días pasados, en un encuentro de capacitación sobre temas registrales, aquellos que sirven para “no ser cada día un poco menos registrador” (parafraseando el gran maestro de abogados de nacionalidad uruguaya, Eduardo Juan Couture); un reconocido Encargado hablaba de “la administración de la escasez”. Sobre la importancia fundamental, en estas épocas que estamos atravesando, de prestar especial atención a cuestiones relacionadas con el gerenciamiento del Registro Seccional (y agrego, de cualquier otra dependencia ligada a la actividad), la funcionalidad y el control de todas las tareas para hacerlas más eficientes y sustentables. Todo ello, claro está, con el Norte de optimizar al máximo los recursos escasos disponibles.
El recorrido vital del que hablaba en el primer párrafo, la experiencia adquirida, nos indica que el sector automotriz es uno de los primeros que se recupera cuando la economía logra capear algún circunstancial temporal. Ese momento no nos puede encontrar desarmados, y es por lo tanto fundamental extremar los recaudos para preservar los equipos de trabajo, en cada uno de los eslabones que conforman esta cadena.
Para ello, por supuesto, deberemos poner cada uno nuestra parte, como asimismo las autoridades pertinentes deben implementar las políticas adecuadas, en cuanto al mérito, oportunidad y conveniencia; para que esa administración de la escasez, mientras dure la crisis, no devenga como solución fácil, en despidos de personal altamente calificado, que es el principal capital con que cuenta la actividad.
Marcelo Gallo Sara