La PC nueva enciende en pocos segundos y tiene una velocidad inigualable. Pero con el paso del tiempo ese mundo idílico se va desmoronando y comienzan los problemas. La máquina se cuelga, parece imposible ejecutar varios programas a la vez y todo parece moverse en cámara lenta.
Es el momento en que uno piensa que llegó la hora de comprar una nueva PC. Y si bien esta es una de las soluciones posibles, antes de jubilar el viejo equipo, siempre vale la pena darle otra oportunidad.
1. Asegurarse de que estén instaladas todas las actualizaciones es fundamental, porque son adiciones al software que pueden evitar problemas o corregirlos. Esto contribuye a mejorar el funcionamiento del equipo y la experiencia de uso.
2. Muchas veces las máquinas vienen con programas preinstalados de fábrica que el usuario no llega a usar, por eso, una buena recomendación es eliminarlos para recuperar recursos del sistema malgastados y sobrecargados. Para hacerlo, hay que ir a Inicio\Configuración\Sistema\Aplicaciones y características, hacer click sobre el programa y elegir la opción desinstalar.
3. Se recomienda desinstalar los programas de utilidades diseñados para administrar y ajustar el hardware y software del equipo. Los exploradores antivirus, los limpiadores de discos y las herramientas de copia de seguridad suelen ejecutarse automáticamente en el inicio y consumen recursos silenciosamente en segundo plano, donde no pueden verse. Nunca es tarde para quitarlos y recuperar recursos del sistema malgastados y sobrecargados.
4. En el caso de Windows 10, se puede activar la herramienta llamada solucionar problemas de rendimiento. Para aplicarla, hay que entrar a : Panel de control\Todos los elementos de Panel de control\Solución de problemas\Sistema y seguridad.
5. Muchos programas están diseñados para iniciarse automáticamente al encender la PC. Esto es útil para los programas que usamos con frecuencia, pero no para todos. Para revisar cuáles se accionan automáticamente y evitar que lo hagan (incluso en segundo plano), se puede utilizar la herramienta gratuita Ejecuciones automáticas para Windows que puede descargar desde aquí. Una vez instalado, abrir el programa y desactivar el casillero de verificación que está junto al nombre del programa que desean detener.
6. Hay que limpiar el disco duro. Los archivos innecesarios ocupan espacio y vuelven lento el equipo. Por eso recomendamos eliminar los temporales, vaciar la papelera de reciclaje y quitar del sistema los elementos que ya no se usen.
Fuente: Infobae.com