No rugen los motores, pero la industria automotriz acelera en silencio su marcha, digitaliza sus procesos y es una de las protagonistas de la cuarta revolución industrial. Así como basada en un concepto y una visión esbozada por Jeremy Rifkin y avalada por el Parlamento Europeo, en una declaración formal aprobada en junio de 2007, se sostenía la tercera revolución científico-técnica, el sector no detiene su marcha rumbo a la nueva era.
“Cuando hablamos de digitalización, la ubicamos en la cuarta revolución industrial, más conocida como Industria 4.0. Ese concepto nació hace 10 años y trata de embarcar la capacidad que tienen los equipamientos de generar datos, conectarse entre ellos y crear procesos más inteligentes, eficientes, flexibles, seguros y a prueba de errores”, explica Leandro Escudeiro, gerente general Sudamérica para Industrial Technique en Atlas Copco Argentina.
Es inédito de qué manera el concepto de cuarta revolución industrial atraviesa a la producción automotriz. Manufactura interconectada, datos en tiempo real (Big Data) e Inteligencia artificial son algunas de las herramientas que llegaron para acelerar los tiempos de producción.
“Estas tecnologías se enmarcan en una serie de nuevos desarrollos ligados al procesamiento de la información proveniente de interconexiones electrónicas e integración de sistemas”, amplía Escudeiro. Y redondea: “El proceso de digitalización de una planta automotriz acontece cuando la empresa pasa a introducir los sistemas y equipos monitoreados y conectados para obtener datos en tiempo real, poder cruzarlos, analizarlos y tomar las decisiones necesarias. Son los equipos y sistemas incorporados en la empresa que soportan ese proceso de visión y transformación hacia la digitalización”.
Los especialistas indican que el proceso, desde el punto de vista de la industria automotriz, implica la transformación de la matriz productiva a partir de la implementación de sistemas desarrollados para generar los datos y conectividad necesaria.
“Lo que vemos, hoy por hoy, son robots que se han implementado en los procesos y que se diferencian por su mayor nivel de interacción con los humanos, los llamados cobots (robots colaborativos)”, explaya Escudeiro.
Según un estudio de KPMG, la digitalización y la conectividad es la principal tendencia que tendrá el sector a mediano plazo, además del desarrollo de los vehículos eléctricos de batería. «Con la creciente oleada de conciencia ecológica, los fabricantes de equipos originales tendrán que hacer un mayor esfuerzo para repensar cómo aplicar los avances tecnológicos con respecto a la tecnología ICE, que en el pasado apenas se utilizaban para reducir la emisión de CO2», anticipó Dieter Becker, líder internacional del área automotriz en KPMG.
Entre las regiones que focalizarán su inversión de vehículos híbridos está América del Norte, América del Sur, India y los de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean). La tecnología de los vehículos eléctricos con batería tendrá más inversión en China y Europa occidental.
Fuente: Noticias Perfil