Noticia de «Ámbito», 13 de Julio de 2024
El presidente y director general de Renault Argentina se refirió a la actualidad del mercado automotor, donde observa un repunte. En una entrevista exclusiva con Ámbito, expresó que Argentina necesita en trabajar en la competitividad a largo plazo a través de bajas de impuestos.
En un contexto de caída del mercado y de la producción, el presidente de Renault Argentina, Pablo Sibilla, señaló que hay un repunte de las ventas de 0KM, apalancada en una mayor financiación, promociones de las marcas y estímulos por la brecha cambiaria. «En el corto plazo puede generar más ventas de autos, pero creo que no es bueno globalmente para la industria ni para el comercio que exista esa brecha tan grande», dijo en una entrevista con Ámbito.
El directivo de la marca francesa se refirió a la actualidad del mercado y de la industria, se mostró a favor de un régimen de incentivo a las inversiones para el sector que dé reglas claras a largo plazo y pidió mejorar la competitividad a través de una baja de impuestos. Destacó la buena recepción del Gobierno a las demandas de las automotrices.
Periodista: ¿Cómo observa el mercado automotor en este contexto puntual?
Pablo Sibilla: «El mercado este año lo estamos viendo entre 320.000 y 340.000 unidades. Vemos un repunte en los últimos dos meses, el mes de junio particularmente. Fue un mes muy particular, muy cortito, tuvo menos días hábiles. Pero cuando mirás las ventas diarias, tuvo un incremento cercano al 18% contra el mes anterior. De hecho, se parece bastante en ventas diarias a lo que fue 2022, o sea que hubo un repunte».
P: ¿Ese repunte puede llegar a sostenerse para lo que resta del año?
P.S.: «Creemos que sí. Hay varios factores que influyen en el mercado. Primero, hay una mayor financiación, una baja tasa de interés. Hay financiaciones más accesibles para la gente. Después, las marcas en general estamos haciendo un esfuerzo, todas, en términos de promociones y descuentos. Financiación también con tasas subvencionadas por las marcas. Y después hay un efecto no esperado, pero que sí hay que reconocerlo: el impacto en el mercado cuando aumenta la brecha cambiaria; mucha gente hace la cuenta en dólares paralelos y dice: “¿Vale la pena cambiar el auto?”. Y va y cambia el auto».
P: ¿Esos beneficios de las marcas están ligado a que tienen más stock del que preveían para esta época?
P.S.: «Tiene que ver con dos cosas. Primero, sí, efectivamente, en los primeros meses del año, como el mercado tuvo un parate muy grande, había bastante stock en las redes de concesionarios. Entonces, había que hacer circular ese stock de vehículos, hacerlo girar. Ahora tiene que ver más con mantener las fábricas con un nivel de actividad mínimo, de mantener las fábricas operando. Siempre uno trata de defender un mínimo de volumen para que la ecuación sea rentable. Es lo que estamos haciendo ahora».
P: ¿Hubo un ajuste de producción en la planta?
P.S.: «Sí, nosotros hicimos un muy buen acuerdo, la verdad. Un acuerdo muy maduro con el gremio Smata, en el cual bajamos nuestra cadencia a seis horas en lugar de ocho horas. Con eso tenemos una forma también de cuidar o de preservar el trabajo en lugar de hacer otro plan de retiro voluntario. Hasta fin de año, para ver un poco el tiempo de mercado que se produce».
P: La industria sí mostró una baja significativa, del 40% de retroceso en junio respecto a 2023. Suena un número muy grande, ¿Cómo están viendo eso?
P.S.: «Tenemos una caída del mercado argentino, y también en las exportaciones. Porque muchos mercados a los cuales nosotros exportamos han tenido achicamientos. Colombia, que es un mercado que recibe autos nuestros, hace algunos ya dos años que está pasando por un momento medio complicado, el mercado se cayó mucho. Brasil, también. Es una combinación entre, diría, tres factores. El mercado argentino que cayó, muchos mercados de exportación que cayeron, y después un poco el ajuste una vez que las empresas nivelan los niveles de stock de los que estábamos hablando antes, para no volver a repetir ese pico de stock».
P: Tuvieron una reunión con el gobierno, con Luis Caputo. ¿Qué balance hacen de los pedidos que llevaron? ¿Cuáles fueron los reclamos puntuales y cuál fue la recepción del ministro?
P.S.: «Es la segunda reunión que tenemos entre todos los presidentes de las terminales con el ministro. Habíamos quedado, justamente, después de la primera reunión, que fue muy productiva, en tener reuniones frecuentes con él cada dos o tres meses, como para ir evaluando las medidas que se van tomando, y también para que él pueda sentir directamente un poco el pulso de la industria. Prefiero no contar el detalle, porque tenemos un acuerdo de confidencialidad de lo que hablamos ahí adentro, para que el ministro pueda evaluar las acciones, y después, en función de sus posibilidades económicas, decida dónde se puede implementar. Lo que puedo comentar es que todas las acciones que discutimos están, primero, muy ligadas a mejorar la competitividad argentina frente a los mercados de exportación. Eso, para nosotros, sería el pedido principal. Es decir, tenemos que trabajar para mejorar la competitividad del país no ahora solamente, en el largo plazo también. De a poco, ir bajando la carga fiscal, que es uno de los pedidos nuestros, porque bajando la carga fiscal baja el precio de los autos, y el mercado vuelve a crecer y genera más empleo, y todo el círculo es virtuoso. Como mensaje positivo, el ministro tiene muy buena recepción».
P: Hace poco usted mencionó que la industria automotriz quedó fuera del RIGI, tras los cambios que se hicieron en el Senado. ¿Hay algún pedido puntual ya sea para que en la reglamentación, o con un proyecto por fuera de la Ley Bases, las automotrices estén comprendidas en un régimen de incentivo?
P.S.: «Sí, efectivamente, uno de los pedidos que estamos haciendo es que, a través de la reglamentación, si es que se puede, o tal vez a través de lo que es la ley de electromovilidad o de movilidad sustentable, llegar a algo similar a lo que es el RIGI. El RIGI no es solamente el paquete fiscal de beneficios e incentivos a la inversión, sino, como estábamos hablando, lo que da es estabilidad, reglas súper claras de juego hacia adelante. Nosotros competimos con otros países donde también están nuestras propias marcas, competimos con nuestros propios colegas de otros países para atraer inversiones. Y Brasil, por ejemplo, tomó la delantera muy fuertemente con un programa que se llama Mover 30, que básicamente lo que busca es atraer inversiones. Cuando ellos anunciaron el programa, Brasil tuvo anuncios por 20 mil millones de dólares de inversión al principio del año, en un lapso de dos meses, solamente 20 mil millones a nivel automotriz. Tenemos que competir contra eso. Y el RIGI permite dar esa visibilidad a largo plazo».
P: Antes mencionaba que la brecha cambiaria incentiva y estimula las ventas locales. A nivel productivo, ¿cómo les afecta esta suerte de atraso cambiario?
P.S.: «En lo que es el dólar no oficial, hay temas especulativos, temas de credibilidad. El dólar al valor en el que está, para mí está más ligado a expectativa que a realidad. El ministro sostiene que esa no es la paridad de equilibrio, que la paridad va a seguir con el crowling peg de dos puntos. Lo volvió a confirmar con nosotros: para él con el tiempo la paridad va a volver algo más normal, la brecha se va a reducir. Y que para salir del cepo no tiene que haber brecha; o sea, tiene que haber paridades que estén muy próximas. Hay que esperar un poco, es bastante volátil ese mercado. Es verdad que en el corto plazo puede generar más ventas de autos, pero creo que no es bueno globalmente para la industria ni para el comercio que exista esa brecha tan grande».
P: ¿Y para la exportación?
P.S.: «Para la exportación, como liquidás con un blend, algo te favorece la competitividad, es verdad también. Pero lo ideal es que la competitividad venga a través de medidas fiscales que bajen la carga fiscal de exportación, que es más saludable para la economía que tener esa brecha. Así que esperemos que esa brecha tienda a disminuir por el bien de la economía general, independientemente de la industria. El ministro cree que así será, veremos».
P: Respecto a las deudas con proveedores y deudas con la casa matriz, ¿cómo están hoy?
P.S.: «Dentro de las reuniones que tuvimos con Caputo y su equipo, una de las cosas que le planteamos es el tema de las deudas. La propuesta que vino de parte del Ministerio, que ya se aplica, es la reducción de condiciones de pago de 180 días a 120 días para los autos. En la medida de las posibilidades del Gobierno, nosotros vemos un retorno, vemos una cierta flexibilidad que se va aplicando de a poco. La deuda sigue aumentando, porque se quedó con la deuda acumulada y las condiciones de pago. Entonces, necesitamos seguir dando esas señales también a nuestras casas matrices, ir reduciendo de a poco las condiciones de pago para que volvamos a algo más normal».