Cuando alguien escucha que el departamento de clásicos de una marca restaura un clásico automáticamente da por descontado que el auto quedará como nuevo, casi que cero kilómetro. Y si así no eso, al menos lo aparentará con un impecable exterior. Pero en Porsche no piensan lo mismo.
Al menos con un auto de competición, y puntualmente uno que corrió el mítico París-Dakar, en la firma alemana consideran que mantener las huellas del sacrificio tiene un valor. Por eso la restauración y puesta en valor del 959 que condujo Jacky Ickx con Claude Brasseur de acompañante en 1986 conserva incluso una vez “hecho a nuevo” las marcas de la batalla.
En 1986 Porsche había decidido que, tras la exitosa incursión del 911 en el Dakar en 1983, era tiempo de poner a prueba a la estrella del momento, el 959. Se trataba del auto más sofisticado que la marca tenía por esos días, ni más ni menos que el gran rival de la Ferrari F40.
Preparado para enfrentar el rally más duro del mundo, en 1986 participaron tres unidades: una ganó, con la pareja René Metge y su copiloto Dominique Lemoyne, otra salió sexta, y la restaurada de la que hablamos en esta nota se ubicó en segundo puesto en la general.
Pero para ponerla a nuevo decidieron que iban a respetar el paso del tiempo con el objetivo de “mantener la originalidad”. Entonces, la receta de restauración fue: que la mecánica esté impecable, pero que la carrocería muestre los golpes, desgastes y hasta roturas que se generaron durante la aventura.
El auto en total acumula 18.000 kilómetros de máxima exigencia. Y lo que hicieron fue desmontar, reacondicionar y montar nuevamente el motor bóxer biturbo de 6 cilindros opuestos, la caja de cambios y la transmisión. Todo eso quedó cero kilómetro, incluso a pesar del combustible de mala calidad que le colocaron durante la competencia en África, que hizo que rindiera 400 CV y no los 450 CV originales.
Durante la restauración encontraron arena y suciedad del desierto, y mantuvieron algunas pequeñas partes con corrosión: “Hoy podemos saber por los restos de lodo que había en el interior que el 959 París-Dakar cruzó ríos y que el agua llegó hasta el interior”, destacaron.
El 911 Dakar
Se trata de una edición limitada llamada 911 Dakar. Un auto que cuesta 256.042 euros y del que se fabricarán solo 2.500 unidades. Como es de esperar, el valor de esas pocas unidades se ira incrementando con el paso del tiempo.
Pero lo singular es que Porsche desarrolló sobre la última evolución del 911 un auto capaz de ser un deportivo sobre asfalto e igualmente deportivo en caminos irregulares. Muchos no lo creerían de antemano.
A diferencia del 911 Carrera tradicional, el Dakar es 5 cm más alto y con una función específica puede incrementar su altura en otros 3 cm en ambos ejes. En la posición más alta se puede conducir hasta a 170 km/h.
Así, puede ofrecer un ángulo de ataque de 16,4 grados, un ángulo ventral de 16,2 grados y una altura libre al suelo de 161 mm, que es casi la misma que un SUV mediano.
El 911 Dakar también dispone de eje trasero direccional, soportes del motor del GT3 y neumáticos todoterreno Pirelli Scorpion All Terrain Plus específicamente diseñados para este modelo. La medida de los mismos es 245/45 ZR19 adelante y 295/40 ZR20 atrás.
En cuestión de motor, lleva el mismo motor bóxer 3.0 de seis cilindros biturbo que los Porsche 911 GTS. Entrega una potencia de 480 CV y un par máximo de 570 Nm, junto a la caja automática PDK de ocho marchas.
Fuente: TN Autos