Noticia de Clarín, 15/05/23
Una mega reunión de Fiat 600 invadió el domingo 14 de mayo las calles de Caseros donde autoridades municipales encabezadas por el intendente Diego Valenzuela anunciaron el proyecto de obra del futuro Museo del Fitito de Tres de Febrero.
La cita fue en el Playón Municipal ubicado en los alrededores de la antigua fábrica Fiat Concord donde este icono de la industria nacional se produjo durante 22 años (entre 1960 y 1982).
En el evento, que congregó a más de 400 unidades pertenecientes a tres clubes de fanáticos («Club del Fitito de Argentina», «Reunidos por el 600» y «Fiat 600 Club»), también se inauguró un monumento creado en una de las paredes de la antigua fábrica donde hoy funciona Expoyer, el primer centro integral de fabricación y distribución de autopartes de Fiat, Peugeot y Volkswagen.
“El Museo va a contar con una muestra interactiva y audiovisual, y sus objetos contarán la historia, desde Italia a Argentina, de los 302 mil Fititos que se fabricaron entre 1960 y 1982. Nos van a visitar de todos lados”, detalló Valenzuela.
Por su parte, Diego Consiglio, presidente de «Reunidos por el 600» manifestó que «fue un acontecimiento histórico porque desde que se cerró la fábrica ningún Fitito volvió a pisar este suelo«.
Emblema de la industria nacional
En más de dos décadas de historia, el 600 fue un modelo que creó un lazo muy fuerte con los argentinos . Además tuvo un significado especial para la automotriz italiana porque fue ni más ni menos que su primer vehículo producido en la Argentina.
El Fiat 600 fue muy popular. Su precio económico permitió que mucha gente pudiera cumplir el sueño de tener su primer 0 km, aunque también tuvo muchas otras aristas: fue el auto preferido de la mujer, el que casi siempre utilizaban los jóvenes para aprender a manejar y, en sus años de gloria, uno de los preferidos del mundo del jet-set y también del cine, ya que supo ser protagonista de muchas películas argentinas.
Otra particularidad del 600 fue la de ser el primer modelo Fiat con motor trasero.
Las primeras unidades del Fitito comenzaron a verse en las calles argentinas a partir de 1958. Se trataba de vehículos importados de Italia, donde ya se fabricaban desde 1955.
En 1959, el Régimen de Promoción de la Industria Automotriz impulsado por el entonces Presidente Arturo Frondizi incentivó a Fiat y a otras marcas para que comenzaran la fabricación de vehículos en el país.
Y tras una inversión millonaria la compañía inauguró en 1960 su fábrica ubicada en la localidad bonaerense de Caseros, de donde el 8 de abril de ese mismo año salió el primer 600 nacional, aunque con la mayor cantidad de piezas importadas de Italia.
La “Bolita” no fue un apodo caprichoso, sino acertado por su carrocería redondeada que, en un principio abría sus dos puertas de adelante hacia atrás (sistema conocido como “ suicida”) y contaba con un diminuto motor de 633 cm3 que entregaba una potencia de 21,5 caballos.
Con tan solo 3,20 metros de largo podían viajar hasta cuatro pasajeros que, si bien iban un poco apretados, hasta podían agregar algún que otro equipaje en el baúl que estaba en la parte delantera del auto.
Durante sus 22 años se produjeron cinco versiones: 600; 600 D (1962), que se caracterizó por incorporar un motor más grande (767 cm3) y potente; 600 E (1965), que cambió el sistema de apertura de puertas; 600 R (1970), que elevó su potencia de 32 a 36 CV; y 600 S, el más veloz y con el motor más grande de todos.
Fuente: Clarín
Tuvimos la oportunidad de estar en persona en el evento, una emocion que se nos ponia la piel de gallina. Gracias por contarlo y refrescarlo