La caída de ventas en el mercado interno empezó a ver su reflejo en el lado productor. Para septiembre –y luego de alzas de entre 8% y 9% en julio y agosto–, la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) relevó terminales que informaron una producción de 37.267 vehículos, un retroceso de 20,6% respecto del mismo mes del año pasado.
El principal factor contribuyente fueron las 33.564 unidades menos que se vendieron a concesionarias, un 44,1% por debajo de la cifra registrada el año pasado. La caída en ventas de modelos 0 km no es noticia, la misma se viene consolidando desde mayo: este semana se supo que la caída de ventas fue de 35% interanual.
Y si bien las exportaciones siguen en terreno positivo, creciendo un 13,5% respecto de septiembre de 2017, la cifra es un cambio de ritmo respecto de los saltos que se vieron durante julio y agosto, donde los envíos al exterior subieron 74,7% y 59,6% respectivamente.
El sector automotor es uno de los más golpeados por las turbulencias cambiarias, aunque el frente electoral brasileño también aportó al cambio de tendencia respecto del año pasado. Puntualmente, la transferencia a precios de la devaluación encareció el resto de los productos de tal forma que los consumidores ahora se replantean gastos en bienes durables como autos o electrodomésticos.