Cinco de las diez terminales automotrices radicadas en la Argentina producen pick-ups: Ford (Ranger), Nissan (Frontier), Renault (Alaskan), Toyota (Hilux) y Volkswagen (Amarok). Y otras tres complementan su gama con modelos fabricados regionalmente: Chevrolet (S-10 y Montana brasileñas), Fiat (Strada y Toro brasileñas) y Peugeot (la inminente Landtrek uruguaya). En ese contexto, la industria automotriz argentina sabe que su viabilidad en el largo plazo depende de su consolidación como “Polo Productivo de Pick-ups”.
Por eso, no es novedad que cualquier análisis actual y futuro del sector parta de esa premisa. La especialización en pick-ups -como estrategia consensuada entre fabricantes, proveedores, sindicatos y gobiernos- es un objetivo clave que tiene como meta ideal “configurar a la región Mercosur como tercer polo de producción en el mundo”.
En ello coincidieron sin fisuras representantes de los dos primeros grupos que el jueves pasado participaron del congreso virtual Automechanika Conecta, organizado por Messe Frankfurt, licenciatario de la feria del sector automotor que se realiza cada dos años.
“Es importante tener en claro qué se quiere hacer con las pickups, y saber qué complementar con proveedores de Brasil, ya que eso es necesariamente lo que le da sustentabilidad a cualquier proyecto”, abrió el panorama Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina quien participó en su condición de presidente de Adefa.
“Los gobiernos de Argentina y Brasil deberían apoyar la consolidación de este polo de fabricación en la región”, agregó. Dijo que es necesario analizar seriamente la cadena de valor: ver en qué hay que invertir y ver en qué lugar el gobierno tiene que ceder, “probablemente en algún costo impositivo”.
Fuente: Autoblog