Números en rojo, que hasta ahora no terminan de encontrar su piso, y que conforman una de las peores crisis en casi dos décadas. Ese es el cuadro de la industria automotriz al cerrar el primer cuatrimestre del año, que sufre una caída acumulada del 50% en los patentamientos y del 31% en la producción.
En cuanto a las ventas, las menos de 40.000 unidades comercializadas en abril -un mes estacionalmente fuerte-, recuerdan a los peores tiempos del sector. A esto se suma que en las terminales crece la preocupación porque las exportaciones no repuntan y están lejos de los niveles proyectados a comienzos de año.
En el caso de los envíos al exterior, el retroceso fue del 11% en el período enero-abril. Esta contracción va a contramano de la expectativa que generaba Brasil hace unos meses. De hecho, el Banco Central de ese país acaba de recortar la tasa de crecimiento del PBI esperado para este año.
Para agravar el panorama, las ventas a concesionarios se derrumban drásticamente. Este es un termómetro clave, porque muestra que no hay perspectivas de cambio en el corto plazo.
En concreto, los despachos desde las terminales a la red de agencias cerraron el primer cuatrimestre con una caída inédita, del orden del 57 por ciento.
Fuente: IProfesional.com