El Huracán del ’73: la obra cumbre de César Luis Menotti

De la mano del Flaco, el Globo consiguió su primer título de liga profesional y el quinto en su historia. Hoy, 51 años más tarde, se recuerda aquella gesta como una de las expresiones más bellas de nuestro fútbol.

El plantel de Huracán campeón del Metropolitano ’73. (El Gráfico)

Noticia de TyC Sports, 6 de mayo

«Huracán del ’73 fue un pedazo de historia del fútbol argentino”, dijo César Luis Menotti, entrenador que comandó a once futbolistas vestidos de blanco a su primer título de liga en el profesionalismo (y el quinto en su historia). Aquel Metropolitano de 1973 fue la obra cumbre de un técnico que posteriormente -y en gran parte gracias a ese campeonato- obtendría la primera Copa del Mundo de la Selección Argentina. Con un estilo basado en la tenencia de la pelota, en el juego vistoso, las triangulaciones y la paciente búsqueda de espacios, ese equipo del Globo fue uno de los más disfrutados por propios y ajenos.

Héctor Roganti; Nelson Chabay, Daniel Buglione, Alfio Basile, Jorge Carrascosa; Miguel Ángel Brindisi, Francisco Russo, Carlos Babington; René Houseman, Roque Avallay y Omar Larrosa; fueron los once intérpretes de aquella gesta. Como en una banda, cada uno tenía un rol particular. Cuando congeniaban dentro de la cancha, sonaba la más bella música que alguna vez oyeron los amantes del ‘buen fútbol’.

Menotti y algunos de sus dirigidos celebrando la obtención del Metropolitano de 1973

Pero la banda se tuvo que formar, y para eso cumplió un rol fundamental el por entonces presidente de la institución de Parque Patricios, Luis Seijo. En 1971 fue a buscar a un joven de 33 años, alto y flaco, que era ayudante de campo del «Gitano» Juárez en Newell’s. Con el director de la orquesta sentado en el banco de suplentes, era tiempo de buscar a los intérpretes.

Muchos ya estaban en el club, como Basile, Avallay, Brindisi y Babington. Al resto hubo que ir a buscarlos. En algunos casos a destinos cuanto menos peculiares. Al goleador, Larrosa, por ejemplo, lo trajeron desde el Club Social y Deportivo Comunicaciones de Guatemala. Por otra parte, el uruguayo Chabay llegó con una Copa Intercontinental bajo el brazo, ya que se había consagrado campeón del mundo con Racing en 1966, compartiendo equipo con el Coco. También arribaron Russo y Carrascosa, otras dos piezas fundamentales. Pero todavía faltaba uno, la gran debilidad del Flaco: René Houseman. El santiagueño llegó desde Defensores de Belgrano sin haber disputado un partido en la primera división del fútbol argentino. «Era impresionante. Un futbolista que nacía de la nada. Nunca razonó, era todo fruto de inspiración. Elegía sin ninguna ayuda lo mejor para todos. Para él, para el equipo, para la belleza, para la eficacia», señaló Menotti recordando a uno de los mejores jugadores que le tocó dirigir.

El propio César Luis fue uno de los precursores del lema «ganar, gustar y golear»; y así comenzó su equipo aquel Metropolitano, apabullando 6 a 1 a Argentinos Juniors. Las victorias por cinco goles ante Racing, Rosario Central y Ferro, fueron otras de las grandes funciones de aquel equipo de Huracán. Sobre el final del campeonato el plantel se vio algo diezmando por la ausencia de algunas piezas importantes que fueron citadas por Omar Sívori para las Eliminatorias rumbo al mundial de Alemania 1974 -torneo que terminarían disputando cuatro miembros de aquel plantel: Houseman, Carrascosa, Babington y Brindisi-. Sin embargo, obtuvieron el título dos fechas antes, pese a caer 2 a frente a Gimnasia en Parque Patricios, debido a la derrota de Boca frente a Vélez.

Basile comanda a Huracán en la salida al campo de juego frente a Gimnasia, el día que se consagraron campeones del Metropolitano ’73

46 puntos en 32 jornadas, que se traducen en 19 triunfos, 8 empates y tan solo 5 caídas. Además, 62 goles a favor y 30 en contra. Los números de uno de los equipos más icónicos del fútbol argentino, que catapultó a su entrenador a la Selección Argentina. Él mismo lo confesó posteriormente: “Salir campeón con Huracán de esa manera y con esos jugadores fue lo que me permitió llegar a la Selección”.

“Ese Huracán fue distinto a todo. Y a todos. Apareció para quedar en la historia como uno de los más grandes y brillantes equipos de nuestro fútbol. Por lo menos el mejor que yo vi en la Argentina. Pero no expresó una época. Ni un clima de época (…) Estoy convencido de que salvó al fútbol argentino”, señaló el Flaco tiempo después.

No se vio casi nada igual en Huracán. Quizá, quienes tuvieron la oportunidad de disfrutar a ambos equipos, reflotaron algunas sensaciones con aquel del 2009, dirigido por uno de sus discípulos, Ángel Cappa. Sin embargo, el desenlace fue distinto: una polémica última fecha ante el Vélez de Gareca los dejó sin el Clausura de aquel año. El propio Cappa admiró al Globo de Menotti: «Un equipo que tuvo un presente cargado de historia y que por eso mismo fue y sigue siendo moderno. Consiguió que medio país lo siguiera con entusiasmo y compartiera con la hinchada quemera la alegría del primer campeonato profesional».

«¿Existe el menottismo? No, es un disparate. Existe el marxismo, el capitalismo, el peronismo, menottismo me parece un disparate como metáfora futbolística, una boludez», sentenció el Flaco alguna vez. Lo cierto es que, exista o no, aquel Huracán quedó guardado en la retina de algunos, como el mejor equipo que vieron en una cancha de fútbol.

La Noticia en TyC

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