La industria operó en enero con la mayor capacidad ociosa en los últimos catorce años y tuvo su peor mes desde enero de 2003. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó ayer que la Utilización de la Capacidad Instalada de la Industria (UCII) en el primer mes de 2017 promedió un 60,6%.
La cifra representa una caída de 3 puntos porcentuales respecto a diciembre, motivada por las paradas de planta y las vacaciones de los empleados. Fue la menor baja entre esos dos meses de los últimos siete años; en este período, el descenso más brusco fue poco después de la implementación del cepo cambiario, entre diciembre de 2011 (82%) y enero de 2012 (67,6%), cuando fue de casi 15 puntos porcentuales.
El bloque sectorial con mejor desempeño fue, otra vez, refinación del petróleo, que utilizó el 85% de su capacidad. Como contraparte, la industria automotriz se desplomó en enero: pasó de ocupar el 45% en diciembre a operar solamente al 30,7% en el primer mes del nuevo año. La perspectiva, además, es oscura: la producción de autos se hundió un 10,2% intermensual y un 29,7% interanual en febrero, según la Asociación de Fábrica de Automotores (Adefa).
Otro sector en crisis es el de «Metalmecánica excepto automotores«, que utilizó el 47,3% de su capacidad. En diciembre había operado al 54,7%.
De esta manera, se convirtió en llamativo que los bloques sectoriales con mejores comportamientos tuvieron variaciones muy leves entre diciembre y enero, mientras que los más complicados sufrieron bruscas caídas.
Con todo, estos datos explican, en parte, porqué algunos pequeños y medianos empresarios decidieron apoyar ayer la marcha de la Confederación General de los Trabajadores (CGT), medida criticada por el Gobierno. La industria textil, que se movilizó ayer, utilizó el 57,5% de su capacidad y repuntó desde diciembre (48,9%).
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