Un Renault Clio modelo 98 eléctrico circula por las calles de Córdoba. El auto no es un modelo que alguna vez se haya fabricado y vendido en la Argentina, sino la obra de Matías Parmigiani, un técnico en Marketing que decidió reemplazar el tradicional motor de combustión por otro eléctrico y más amigable con el medioambiente.
En Córdoba, como en el resto del país, son realmente muy pocos los vehículos eléctricos que circulan por la calle. Por eso sorprende cuando se ve al modesto Clio compartir la estación de carga de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) con los imponentes trolebuses de la capital provincial.
«Mi auto no es el primero que se convirtió a eléctrico en Córdoba. La particularidad es que gestioné los papeles y su ‘nuevo motor’ está homologado en el registro», contó Parmigiani al diario La Voz.
Convertir un auto naftero o diésel en eléctrico es más complicado que un simple cambio de motor. Al modificarse el sistema de propulsión la Dirección Nacional de Registro de la Propiedad Automotor (Dnrpa) es más exigente. Entre los papeles que se deben presentar se encuentra una homologación a cargo de un ingeniero eléctrico o electromecánico.
Los vehículos eléctricos no solo ofrecen ventajas ambientales, sino también económicas en su mantenimiento, ya que no utilizan aceite lubricante, líquido refrigerante o carburador. Además, son silenciosos, con lo que reducen sensiblemente la contaminación sonora en las ciudades.
Sin embargo, Parmigiani reconoció que, aunque la cuestión ecológica tuvo importancia en la decisión, no fue el único motivo para hacerlo: «Las razones para convertir mi auto son muchas. Es original».
El costo para reconvertir un auto es de entre u$s 6000 y u$s 12.000, según el tipo de vehículo, potencia del motor y tipo de baterías. Para hacerlo hay que retirar todo lo que está desde la caja de cambios hacia el motor. El tanque de combustible se cambia por baterías.
La ventaja es que el vehículo conserva la mayor parte de los detalles originales, especialmente en materia de confort y seguridad. Además, el costo es muy inferior al de comprar alguno de los modelos eléctricos que se ofrecen el mercado.
Fuente: El Cronista