Un inhibidor de señal atenta contra el cierre centralizado de los vehículos en los momentos que los usuarios activan la alarma.
Al estacionar un auto, en la mayoría de los casos, los usuarios al descender del habitáculo tienen como costumbre presionar el botón de cierre centralizado desde la llave, para activar la alarma y evitar posibles incidentes.
Generalmente, concluida esta acción, la persona continúa con su trayecto y abandona el lugar donde se encuentra ubicada su unidad, sin saber si el rodado quedó definitivamente cerrado. En contrapartida, con la implementación de una inédita tecnología, varios ladrones interceptan la señal generada por el dispositivo que acciona la alarma, provocando que nunca se active. De esta manera, cuando el dueño de un vehículo se aleja del sitio donde se encuentra, imaginando que su auto está protegido, los delincuentes aprovechan que las puertas están abiertas para llevarse los objetos que se encuentran en el interior.
A su vez, el aparato que se utiliza para estas acciones conocido como inhibidor de señal, sirve para interferir los enlaces de diferentes dispositivos, y tiene las dimensiones similares al de un parlante portátil.
Fuente: Parabrisas.com