A principios de la década de los 70’ la industria automotriz estaba al borde del colapso. Un cambio de paradigma la revitalizó, junto con nuevos modelos de empresa, fabricación y venta. Las nuevas propuestas de la automotriz en el plano local
A principios de la década de los 70′ el modelo producción en serie y en masa entraba en crisis. Luego de décadas de ser el modelo a seguir por toda la industria automotriz en el mundo, esta forma de producción se estancó, siendo la crisis del petróleo de 1973 el golpe final. Este modelo de industria se volvió inviable y desde distintos lugares del planeta, las automotrices debieron plantear nuevos enfoques.
Fue en Japón donde esta gran crisis encontró su solución. En la isla, donde el espacio de almacenamiento no abunda, el viejo paradigma debió ser reemplazado. Sus costos eran demasiado elevados y los autos se acumulaban de a cientos de miles sin ser vendidos en los gigantescos depósitos. Claro, la crisis no era sólo para la producción, sino también para el público comprador.
Hubo que encontrar también nuevas formas de vender: por esos días surgieron nuevas formas de venta que hoy siguen vigentes, como el financiamiento, planes de ahorro y «canjes» de unidades usadas en parte de pago de las nuevas.