
Si hay un sector que no está urgido por retomar la actividad, salvo algún caso puntual, es el automotor, al menos desde el punto de vista industrial. Las plantas están paralizadas desde el comienzo de la cuarentena -algunas ya lo estaban desde antes-, pero el escenario de recesión que se presenta para cuando la pandemia ceda, sumado a problemas de abastecimientos de piezas por el cierre de fronteras, más la situación sanitaria de Brasil, destino principal de las exportaciones locales, hacen un cóctel que no justifica apuros desmedidos.
Esta presunción se confirma con informaciones que manejan los proveedores locales sobre los planes de producción de las terminales automotrices para los próximos meses, suponiendo ya solucionada la crisis por coronavirus. Según un “paper” de circulación interna al que pudo acceder Ámbito Financiero, la mayoría de las fábricas recortarán en alrededor de un 50% los niveles de producción que venían manteniendo hasta marzo. Hay que recordar que ya en el comienzo del año la actividad se encontraba a un ritmo bajo como consecuencia de la caída de la demanda interna como también de la externa.
El caso más destacado es el de Toyota que, tal como adelantó ámbito.com el viernes pasado, tiene previsto reducir a la mitad su producción en mayo, junio, julio y agosto, lo que implicará, a su vez, que trabaje en un turno en lugar de dos como venía haciendo hasta el momento. El dato de la automotriz japonesa tiene doble importancia ya que es el principal fabricante en el país y también la terminal que mejor venía resistiendo a la caída del mercado. Este recorte significará la producción unas 25.000 unidades menos que saldrán de Zárate este año. La terminal tenía previsto llegar a 127.000 vehículos.