Por falta de modelos, los autos aumentan más que la inflación

Venta de autos

No hay que ser una eminencia para saberlo: si la oferta de un producto se reduce y la demanda crece, su valor aumenta. Eso es lo que sucede en el mercado automotor en los últimos meses. Con un evidente desabastecimiento de vehículos, como consecuencia de las trabas a las importaciones y las restricciones que la cuarentena impone sobre la producción, los precios de los 0 km están aumentando, en lo que va del año, por arriba de la inflación.

Ayer se conoció el dato del incremento del costo de vida durante julio (1,9%) que eleva el acumulado de esa variable en los primeros siete meses del año a 15,8%. Si bien en el sector automotor hay una fuerte distorsión de precios, el modelo más vendido del mes pasado (y que ocupa el primer puesto del ranking en los últimos tiempos) tuvo un alza desde inicio de 2020 de 20,8%. Se trata de la pickup Toyota Hilux, en una de sus versiones más solicitadas: SRX de doble cabina, 4×4 y caja automática. Este modelo puede ser tomado como referencia, por su representatividad, pero hay que remarcar que otros vehículos de otras marcas llegaron a subir bastante por arriba de ese porcentaje.

En el mismo período, el dólar oficial acumula un aumento de 23%. Este es el tipo de cambio por el que se importan los 0 km y las autopartes con las que se producen los vehículos nacionales. Está claro, por este motivo, que los autos van acompañando lo que sucede con la paridad cambiaria y se separan del ritmo de la inflación que, en la actualidad, tiene un comportamiento reprimido en un contexto de recesión y tarifas congeladas.

La brecha cambiaria de 80% con el blue está generando, desde hace tres meses, una fuerte demanda en la compra de vehículos que, medidos en la cotización paralela, están en niveles de precios históricamente bajos. El problema es que ese caudal de compradores “oportunistas” se choca con el faltante de autos.

A raíz de la escasez de divisas, el Gobierno viene restringiendo la importación de 0 km mediante el freno de la autorización de los permisos de ingreso de vehículos. El 70% de los autos que se venden son importados. Eso hace que cada vez falten más modelos y se llegue a demoras en la entrega de las unidades de hasta cuatro meses. A diferencia de lo que sucedía hasta hace un año, cuando sobraban unidades y se generalizaban los descuentos, hoy se pasó de un mercado de oferta a uno de demanda. Por eso, hay fuerte presión sobre los precios y, tanto los fabricantes como los importadores, buscan recomponer su rentabilidad. Con los vehículos nacionales -como la Hilux- las plantas todavía no lograron recuperar los niveles de producción previos a la pandemia y eso agrava el desabastecimiento.

Fuente: Ambito.com

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