La industria automotriz está cambiando rápidamente, demasiado rápido para las posibilidades del país. Las nuevas tecnologías se están concentrando en los mercados más desarrollados mientras que el resto del mundo viaja en el furgón de cola. Sin embargo, para la Argentina puede ser una oportunidad. Esto surge de un informe reservado elaborado por la asociación que agrupa a las fábricas locales (ADEFA), al que tuvo acceso Ámbito, que proyecta al sector en la próxima década.
En ese trabajo –denominado “ADEFA: visión estratégica 2020/2030” – se plantea que mientras las inversiones y la demanda de vehículos eléctricos o híbridos, en los próximos años, se concentrarán en las potencias automotrices, incluyendo China, la Argentina puede hacerse fuerte en la producción de vehículos con motorización tradicional, para abastecer a mercados emergentes. Una forma de sacar provecho de una batalla perdida. El argumento que se sostiene en el estudio, elaborado por la consultora ABECEB, se basa en que, por el atraso en infraestructura y costos, mercados como Latinoamérica, África y, en menor medida, Oceanía, seguirán consumiendo vehículos con motores a combustión. También, un factor a tener en cuenta, son las mayores superficies a cubrir en los que la propulsión eléctrica es limitada.
Fuente: Ambito.com