Los tan pronunciados brotes verdes brillan por su ausencia en el ámbito de la maquinaria agrícola.
En el que representa uno de los peores años para la industria en lo que va de la década, los fabricantes de sembradoras, tractores y cosechadoras cerrarán 2019 con una caída en los volúmenes de venta del orden del 50 por ciento.
Y ni siquiera la perspectiva de un 2019 con una mejora en la producción agrícola, ni la recuperación de competitividad que dejó la devaluación, son suficientes para que los fabricantes de maquinaria cambien su tónica pesimista.
El dato en cuestión, anticipado por representantes de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), llega como consecuencia de un período marcado por la ausencia completa de fuentes de financiamiento para el recambio tecnológico y una merma considerable en la misma producción en el campo.
Así, este año la cosecha cerró con 30 millones toneladas menos de las calculadas y la retracción económica, sumada a los vaivenes del tipo de cambio, derivó en la desactivación de las pocas líneas de crédito que perduraban. A partir de este escenario, entre los fabricantes gobierna la certeza de que 2018 concluirá con suspensiones de personal, jornadas acotadas en las plantas, y más de un actor directamente al borde del cierre permanente.
“Algunos podremos llegar a diciembre, hay que ver quiénes pueden aguantar hasta marzo y la próxima campaña. La siembra actual arrancó a buen ritmo, sobre todo el trigo, y esperamos que eso se pueda mantener. Dependemos mucho del clima para eso, pero también de la estabilidad económica que no se dio este año. Hoy tenemos complicaciones financieras hasta para el funcionamiento diario de las empresas”, comentó Raúl Crucianelli, titular de la fábrica de sembradoras homónima y presidente de CAFMA.
Fuente: Iprofesional.com