La mayoría son modelos de automotrices japonesas.
El nombre que recibe cada modelo y le da identidad es casi tan importante como sus cualidades, ya sean mecánicas, estéticas, de habitabilidad y equipamiento. Un apellido inapropiado, por más bueno que sea el vehículo, puede condenar su futuro, generando rechazo o falta de interés en público.
Los especialistas en marketing expresan que el nombre de cualquier producto, en este caso de un auto, debe ser claro, contundente, preciso, memorable y debe conectar emocionalmente con el público.
La elección puede tardar meses y hasta años. Y en algunos casos, para generar empatía con el publico, algunas marcas deciden realizar encuestas con sus clientes, como por ejemplo Fiat con el Pulse.
Sin embargo, existen casos en los que estos criterios básicos del marketing no fueron aplicados en los mercados donde esos “nombres” tienen un significado diferente al original. Estos son los cinco términos más desafortunados usados en la industria automotriz, entre los que se incluyen todo tipo de connotaciones.
Los peores nombres usados para autos
5- Toyota Isis. Es verdad que la marca japonesa no podía predecir el futuro. Aunque de saber de la existencia del grupo terrorista islámico ISIS, jamás le hubiera puesto este nombre a su monovolumen de siete asientos, fabricado entre 2004 y 2017 y comercializado en diferentes mercados del mundo.
A pesar de esto, lo que resulta más anecdótico es que el ejército de ISIS se mueve en camionetas y vehículos Toyota; un tema que no pasó inadvertido para los funcionarios de los Estados Unidos, que en 2015 lo cuestionaron públicamente luego de ver a los 4×4 de la marca japonesa en numerosos videos de propaganda que el grupo terrorista había realizado en Irak, Siria y Libia.
4- Nissan Moco. Según la definición de la Real Academia Española, “Moco” significa: “Materia pegajosa y medio fluida que segregan las membranas mucosas, y especialmente el que fluye por las ventanas de la nariz”.
Además de los distintos mercados asiáticos, este citadino fabricado entre 2001 y 2011, también se comercializó en occidente, donde su significado es más que contundente, aunque poco atractivo.
Como si esto no fuera poco, para su lanzamiento se utilizó una unidad de color verde acompañada por un eslogan que rezaba: “El Moco lo puedes guardar en cualquier parte”.
3- Lancia Marica. Si hay nombres polémicos este es uno. Lo llevaba una atractiva cupé italiana presentada a fines de la década del 60 que fue diseñada por el holandés Tom Tjaarda, que también dejó su rúbrica en modelos de Ferrari, Fiat, Mercedes-Benz y hasta en el De Tomaso Pantera del argentino Alejandro De Tomaso.
El Marica contaba con una arquitectura creada por Ghia y estaba basado en el Lancia Flaminia, un modelo que se fabricó entre 1957 y 1970, y del cual heredó su motor 2.8 litros, de tres cilindros.
2- Mazda Laputa. Otra obra de la industria automotriz japonesa. Este modelo citadino fue producido entre 1998 y 2009 fue comercializado principalmente en el mercado asiático, pero también cruzó el charco hacia los Estados Unidos.
Este modelo fue producido en conjunto con Suzuki, quien para su modelo eligió el nombre “Kei”. Originalmente fue ofrecido con una carrocería de 3 puertas, sumándose un año más tarde la variante de 5 puertas.
Laputa es el nombre de una isla imaginaria que aparece en el libro “Los viajes de Gulliver”, de Jonathan Swift.
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1- Mitsubishi Pajero. Quizás sea el modelo más familiar por estas tierras, donde por razones evidentes se lo conoce como Montero.
Se trata de uno de los 4×4 más famosos de la marca japonesa, que decidió llamarlo “Pajero”, en referencia a Leopardus Pajeros, un felino sudamericano conocido como gato pajero o de los pajonales.
El Mitsubishi Pajero fue presentado en el Salón del Automóvil de Tokio en 1973 y atravesó por cinco generaciones lanzadas en 1982, 1991, 1999 y 2006. Se dejó de fabricar este año.
Fuente: Clarín