Crítica a Toyota Corolla Cross 2.0 SEG

La Corolla Cross es uno de los lanzamientos más importantes del 2021. Por primera vez en su historia, Toyota comenzó a fabricar en el Mercosur una SUV para el Segmento C (compacto). Y lo hizo apoyándose en un nombre icónico: el Corolla, que es el auto más vendido del mundo.

Carlos Cristófalo, en la Página Web de Autoblog, realizó la siguiente crítica completa luego de haber conducido este vehículo.

Por fuera:

Con excepción de los emblemas (desaparecieron las chapitas “Hybrid” de los laterales y el portón trasero) no hay manera de distinguir por fuera a la Corolla Cross Hybrid de la 100% naftera. Sólo un detalle externo las diferencia en este nivel de equipamiento SEG: la versión naftera tiene techo corredizo (también disponible en la versión 2.0 XEi), mientras que la Hybrid no lo ofrece en ninguna versión. El techo solar es un opcional que se ofrece en la Hybrid en Brasil, pero que en Argentina no está disponible por una “razón de costos”.

Por lo demás, son iguales: una SUV de silueta conservadora, con una parrilla frontal que parece dibujar una boca de payaso un poco tristona. Su principal virtud con respecto al Corolla Sedán es el mayor despeje del suelo: esto facilita el acceso al habitáculo y permite circular con mayor fluidez por caminos en mal estado (hablo de baches, badenes, cunetas y lomos de burro, nada de off-road porque no hay opción 4WD).

Es un “Corolla levantado”, aunque no mucho. La Corolla Cross tiene un despeje mínimo del suelo de 180 mm, contra 150 del Sedán y también 180 de la Rav4.

Toyota anunció que la Corolla Cross también se fabricará en Estados Unidos, a partir del año que viene. Por fuera, la versión yanki será casi idéntica a la brasileña, aunque tendrá algunas modificaciones: el emblema “Corolla Cross” es diferente y está colocado de una manera más simétrica. El techo corredizo y los faros 100% de leds estarán disponibles en más versiones. Y el “tacho” del catalizador y silenciador está mejor escondido bajo el voladizo trasero, ya que en Estados Unidos se ofrecerá de serie con suspensión independiente en las cuatro ruedas: tendrá un esquema multilink en el tren trasero, en lugar del eje de torsión que trae en el Mercosur.

El eje trasero multibrazo se instaló en USA porque allá se ofrecerá una opción con tracción integral. Esto no ocurrirá en el Mercosur. La estrategia de Toyota Argentina fue dejar el sistema 4WD como una característica de la más costosa Rav4 Hybrid japonesa. Ese modelo hoy se está importando a pedido en nuestro mercado, donde la web de la marca japonesa informa que el modelo se encuentra “no disponible”.

Hoy todas las marcas tienen una y hasta dos SUV del Segmento C (compacto). Por eso nació un sub-segmento entre los modelos regionales. En nuestro mercado, la Corolla Cross compite de manera directa contra otras SUVs-C fabricadas en el Mercosur: Jeep Compass (fabricada en Brasil, entre 170 y 174 cv, entre 4.5 millones y 6.2 millones de pesos, con un restyling y nuevo motor 1.3 turbonaftero previsto para este mes) y VW Taos (fabricada en Argentina, con 150 cv, entre 4.4 millones y 5.5 millones de pesos).

Por dentro:

Como era de esperarse, tanto en el tablero, como en la pantalla multimedia y en la palanca de cambios desaparecieron todas las funciones relacionadas con el sistema híbrido: monitor de fuente de energía, información sobre consumo de combustible y batería, recarga por frenada, EV Mode y modo de conducción B.

Y, como ya se dijo antes, apareció el techo corredizo. Lo que sigue intacto es lo siguiente: una buena posición de manejo, un cómodo acceso a la cabina y un buen espacio para acomodar a cinco adultos (siempre y cuando los de atrás no sean muy grandotes). También mantiene los mismos defectos: el anacrónico freno de estacionamiento a pedal y una calidad de materiales incluso inferior a la que ofrece el Corolla Sedán. No es que se vaya a romper: es un Toyota, todos sabemos que durará décadas, pero los materiales no son tan buenos ni cuidados como en el sedán u otros Toyota.

Lo mismo ocurre con las otras SUVs-C del Mercosur mencionadas más arriba: se nota que se economizó, para ofrecer un precio más competitivo que sus rivales importadas extrazona.

La capacidad del baúl sigue sin cambios: 440 litros. Y conserva la misma mala noticia: bajo el piso de carga hay una rueda de auxilio de uso temporario. No se puede utilizar a más de 80 km/h.

Seguridad:

Tampoco hay diferencias en este aspecto. Las versiones SEG (tanto híbridas como 100% nafteras) tienen el mismo equipamiento de seguridad. Estas son las únicas que ofrecen en nuestra región el paquete Toyota Safety Sense, de asistencias a la conducción (ADAS).

Significa que, además de los siete airbags de serie, también incluyen dispositivos como control de crucero adaptativo, alerta de riesgo de colisión, frenado autónomo de emergencia, sistema de alerta y mantenimiento de carril y faros adaptativos.

Por el momento, no hay resultados de pruebas de choque de organismos independientes para la Corolla Cross. Toyota impulsó los crash tests de LatinNCAP con todos sus últimos lanzamientos regionales, así que no deberíamos tardar en conocer su calificación.

Motor y transmisión:

Es un Corolla Sedán 2.0, con carrocería de SUV. Así que la mecánica ya es conocida: 2.0 16v naftero, con distribución variable por cadena, inyección mixta (directa e indirecta), un rendimiento de 170 cv a 6.600 rpm y un torque de 200 Nm entre 4.400 y 4.800 rpm.

Sin embargo, mientras el Corolla Sedán se ofrece con caja manual de seis velocidades en sus versiones más accesibles, la Corolla Cross sólo se combina con caja automática CVT: se trata de la ya conocida (aunque no menos novedosa) transmisión de variador continuo de Toyota, que combina una primera marcha con engranaje, para evitar la sensación de patinamiento tan característica de estas CVT cuando se pisa a fondo. Además, tiene 10 marchas preprogramadas, que se pueden seleccionar desde las levas del cambio en el volante.

A diferencia de las competidoras regionales mencioadas más arriba, no hay motorizaciones turbonafteras, tampoco turbodiesel ni 4WD. La gran ventaja de la Corolla Cross es que es la única con opción Hybrid producida en el Mercosur, con todos los beneficios que esto representa en términos de consumo y ventajas impositivas.

Recordemos que la Corolla Cross Hybrid lleva un 1.8 16v Atkinson combinado con un motor eléctrico, que entrega 122 cv de potencia (y torque total no informado). Es una diferencia importante frente a la variante 2.0 naftera y eso se aprecia en el comportamiento.

Comportamiento:

Las Corolla Cross híbridas y nafteras son casi idénticas por fuera y por dentro. La única diferencia está en las mecánicas y eso se nota obviamente a la hora de manejarlas. Las dos versiones SEG pesan lo mismo (1.430 kilos), pero tienen diferentes valores de potencia, torque y hasta distintas cajas de cambio.

En la aceleración, la versión naftera impone su mayor empuje y alcanza los 100 km/h en 9.4 segundos (contra 11.7 segundos de la Hybrid). Lo mismo ocurre con la velocidad máxima: 195 km/h (contra 179). Y con las recuperaciones: la naftera pasa de 80 a 120 km/h en 6.4 segundos (contra 9.1 de la Hybrid).

Esos números alcanzan para formarte una idea: la versión naftera es claramente más ágil que la Hybrid. Aunque eso también se paga a la hora de cargar combustible: consume una media 10 litros cada 100 kilómetros, mientras la Hybrid se conforma con apenas 5.8 litros.

La diferencia de consumo es menos notoria en ruta a 120 km/h (8.5 litros para la naftera y 6.4 para la Hybrid) y resulta mucho más notable en ciudad: 11.5 para la naftera contra apenas 5.2 de la Hybrid. Es porque en ciudad influye mucho más la intervención del motor eléctrico, que recarga las baterías con el uso más intenso de los frenos regenerativos.

Esa gran brecha en los consumos es la que obligó a Toyota a ampliar la capacidad del tanque de combustible: 36 litros en la Hybrid y 47 en la 2.0 naftera.

El motor naftero es bastante más silencioso que el híbrido, al menos en las unidades de prensa que me tocó manejar. La Hybrid vibraba bastante cuando arrancaba en frío, aunque tal vez se debía a que fue un prototipo de preserie.

Entonces tenemos que la Corolla Cross 2.0 gasta más que la Hybrid, pero tiene una respuesta dinámica mucho más ágil. ¿Esto significa que también es más divertida de manejar? No, para nada. La puesta a punto de la dirección, la suspensión y los frenos no está pensada para eso. Sigue siendo una SUV de planteo familiar, con andar confortable, carrocería que inclina bastante en las curvas y una calibración para nada deportiva.

Incluso, cuando forzás un poco las maniobras, no es difícil ver cómo se despega del suelo la rueda trasera interna. No representa una situación riesgosa, pero es señal clara de que se llega al límite de sus posibilidades con mucha facilidad (y de que el recorrido de las suspensiones son las de un sedán, no las de un todo terreno).

Si querés un Corolla interesante de conducir, olvidate de esta SUV y apuntá directo al Sedán: la versión 2.0 es más que recomendable y es el primer Corolla interesante de manejar: no exagero.

Conclusión:

Frente a la propuesta de la Corolla Cross Hybrid, me cuesta encontrar algún argumento que ayude a recomendar a esta Corolla Cross 100% naftera. Tiene mejores prestaciones, sí. Pero ningún comprador de este segmento se desvive por algunos segundos menos en el 0 a 100 o algunos km/h extra de velocidad máxima. Es más ágil en el tránsito, por supuesto: pero eso no la convierte en una versión divertida de manejar. Ni más emocionante en el uso diario.

La Corolla Cross Hybrid, en cambio, tiene muchas ventajas. Y todas impactan de manera directa en el bolsillo del comprador: es un poco más cara de comprar, pero consume la mitad de combustible que la 100% naftera. Además, en cada vez más lugares del país no paga el impuesto a las patentes, por ser un vehículo de “energías alternativas”.

Es una pena que las novedades y mejoras de la Corolla Cross que se anunciaron para el mercado de Estados Unidos (paquete Safety Sense de serie, suspensión independiente en las cuatro ruedas y opción de tracción integral) no vayan a estar disponibles por ahora en el producto que llega importado de Brasil.

Y a eso se suma que sus rivales regionales tienen claras ventajas comparativas. La VW Taos nacional tiene motorización turbo más eficiente, mayor espacio interior y mejor paquete de conectividad. La Jeep Compass ofrece opciones con tracción integral o turbodiesel.

Sin embargo, la Corolla Cross ya se posicionó como una de las SUVs más vendidas de su segmento, con fuerte predominancia de las versiones 100% nafteras. Y es, básicamente, porque hay poca disponibilidad de entrega de las versiones Hybrid (aunque tampoco abundan las 2.0). La lista de espera tiene varios meses de extensión.

Con un nombre que tiene una larga historia de éxito mundial (Corolla) y un formato de carrocería cada vez más demandado en el mercado (SUV), la Corolla Cross es el vehículo promedio perfecto para el usuario promedio.

Por eso, si lo que estás buscando es un vehículo familiar moderno y eficiente, la versión Hybrid es una excelente alternativa. Y si estás interesado en algo divertido de manejar, el actual Corolla Sedán naftero es muy recomendable. Esta Corolla Cross 100% naftera parece nacida y configurada para ser una alternativa sólo cuando no haya stock de propuestas más interesantes. Los vendedores de Toyota, agradecidos.

Fuente: AutoBlog

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