Poco a poco el mercado automotor argentino comienza a ver a la transmisión automática como una opción de consideración.
Hace poco más de una década los autos compactos comenzaron en Argentina, lentamente, a ofrecer como opción a la caja automática, siempre resistida por el público argentino. El placer de pasar cambios, algo poco entendible en la jungla de la ciudad, hacía ver a este complejo mecanismo automatizado como algo poco tolerable en un auto económico.
En esa apreciación algo de verdad hay. Aquí los autos más baratos suelen ser los más vendidos, diferente a lo que sucede en otros mercados. Las cajas automáticas son más costosas de por sí, y a su vez, hacen gastar más combustible.
Hoy existen diferentes tipos de cajas automáticas. Pueden ser del tipo convencional con convertidor de par, continuamente variable (CVT), de doble embrague, o manuales robotizadas.
Cualquiera sea la tecnología, y ya sea por costos o simplemente marketing, por una caja automática se debe pagar en promedio desde desde 15 a 20 mil pesos extra, algo que en un auto de alrededor de 300 mil pesos, significa un siete por ciento de la inversión total.
Hoy la gran mayoría de las automotrices ya tienen en el segmento B autos con transmisión automática, algo que se potenció con la llegada de los SUVs compactos, pensados sobre estas plataformas pero con un posicionamiento de precio más elevado.
Fuente: Parabrisas.com