Durante el primer trimestre del año se vendieron 176.605 motos en el país, un salto de 54,3% con respecto a ese período del año pasado cuando habían sido 114.467 las unidades comercializadas. Durante esos tres meses hubo 62 días hábiles, es decir que se vendieron 2848 motos cada 24 horas.
Pero por el buen momento que pasan, entre los concesionarios el cálculo es aún más fino. Teniendo en cuenta que los vendedores atendieron durante ocho horas en promedio a los clientes, el resultado es que se vendieron seis motos por minuto.
Es decir que el balance de los primeros tres meses del año, con cifras de ventas que no se obtenían desde 2014, generó grandes expectativas para el resto del año entre las fabricantes líderes del mercado. Y en medio de ese clima, el sector acordó con el Gobierno incentivos fiscales para hacer más accesible la importación de piezas destinadas a ensamblar en el país, para incrementar aún más la oferta.
Según este acuerdo, habrá además un plan para aumentar la integración de partes nacionales, aun cuando implica comenzar a fabricar piezas que hasta ahora no se producen localmente. Hoy, la mitad de las motos que se venden en Argentina son de baja cilindrada, de menos de 150 y suma el 80% con las de hasta 250. Esos modelos líderan los rankings de ventas y serán los que tendrán en principio las rebajas arancelarias.