Con el resultado de la elección del domingo, estamos viviendo muy probablemente los últimos días de gestión de la Dra. María Eugenia Doro Urquiza al frente de la D.N.R.P.A.
Fueron los cuatro peores años del organismo en cuanto a libertad de expresión y pluralismo ideológico de los que yo tengo memoria (habiendo ingresado al mismo en 1989).
Celebro estos vientos de transformación, recordando a nuestros lectores la posición que senté desde el primer momento en que comencé a vislumbrar el apetito totalitario de quien fue Directora Nacional durante los últimos cuatro años.
Dejo como ilustración uno de los escenarios de “represión ideológica” a donde fui trasladado a cumplir funciones en noviembre de 2022, luego de la reproducción de este artículo del diario “Infobae” en Panorama Registral: (Ver Aquí)
Sólo gracias a su intervención de un abogado laboralista fui nuevamente destinado al organismo central de la Av. Corrientes, luego de 32 años de desempeñarme allí como empleado —aunque sin la restitución de mis tareas tradicionales—.
Sirvan como ejemplo de la nefasta experiencia vivida estos artículos enumerados al pie, que fui publicando durante los cuatro años de la actual conducción.
Anhelo entonces la llegada un nuevo país, sin dirigentes absolutistas a cargo de sus dependencias.
Lic. Alejandro Puga
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08.05.23: Una anacrónica pretensión totalitaria