“El mercado de la transferencia automotor está cargado de obligaciones y la verdad que es un trámite laberíntico, cuando alguien compra auto usado tiene que hacer tres tipos de verificaciones, la Verificación Técnica Vehicular, la Verificación Policial y la Verificación de Autopartes, estas tres inspecciones del rodado están en tres lugares diferentes”, explicó el legislador, al tiempo que aclaró que el proyecto propone además instalar una planta verificadora cada 100 kilómetros.
Gutiérrez resaltó en ese sentido que “estas tres bocas de constatación no se encuentran en el mismo asiento físico, distando muchas de ellas a cientos de kilómetros entre sí, lo que configura un laberinto burocrático a costo y cargo del comprador de un vehículo automotor”.
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