Diario «La Nación», 8/1/23
A una semana de que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera su tercer mandato como presidente de Brasil, un grupo de simpatizantes del mandatario saliente Jair Bolsonaro, quien no reconoció nunca la derrota, rompió el vallado de la Policía Militar e invadió el edificio del Congreso Nacional. Los manifestantes se concentraron en el Cuartel General del Ejército, en Brasilia, y descendieron hacia la Esplanada de los Ministerios este domingo por la tarde.
Los militantes entraron también al edificio de la Suprema Corte de Brasil (STF). Protestan contra Lula da Silva y reclaman la intervención de las Fuerzas Armadas, en otras palabras, quieren un golpe de Estado. Los grupos pro Bolsonaro están integrados por militares, exmilitares, y extremistas de derecha que, desde la derrota electoral, claman por un golpe de Estado. Hoy entraron con pancartas pidiendo la intervención de las fuerzas armadas. También hay versiones de que ingresaron al Planalto, el Palacio de la presidencia de la Nación.
El presidente no se encuentra en Brasilia, porque pasa el fin de semana en San Pablo, y el domingo se desplazó a Araraquara, en el interior del estado, para supervisar los daños causados por las lluvias en la región.
Más temprano, el ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo que había hablado con los gobernadores sobre los actos antidemocráticos que ocurren en todo el país y dijo que esperaba que la policía no necesitara actuar para contener los actos violentos de estos grupos. Pero hubo un choque con la Policía Militar cuando los manifestantes, vestidos de verde y amarillo (los colores de la bandera nacional), voltearon las vallas y entraron al edificio.
“Ayer hablé con los gobernadores, incluidos los que no son de nuestro campo político. Queremos que prevalezca la LEY y que no haya delitos. Estoy en Brasilia, espero que no ocurran hechos violentos y que la policía no tenga que acto. La “toma de poder” puede ocurrir solo en 2026, en una nueva elección “, escribió Dino. Dino autorizó el uso de la fuerza nacional para disuadir los grupos de extrema derecha.
La Policía Militar está usando bombas aturdidoras para tratar de contener a los manifestantes. Un coche de la policía legislativa se estrelló contra el espejo de agua del Congreso.
Las imágenes viralizadas en las redes sociales y compartidas por simpatizantes bolsonaristas dan cuenta de destrozos en el interior del organismo legislativo con personas encima de las butacas de los congresistas y en el sector del presidente durante las seisones.
Dentro del recinto, los manifestantes saquearon las butacas, se sentaron en ellas y destruyeron diferentes mesas y sillas, además de cuadros y decoración del interior del Congreso.
Por su parte, el exministro de Justicia de Jair Bolsonaro, Sergio Moro, se expresó a tarvés de su cuenta de Twitter y repudió el accionar de los bolsonaristas. “Las protestas tienen que ser pacíficas. Las invasiones de edificios públicos y la depredación no son respuestas. La oposición debe hacerse de manera democrática, respetando la ley y las instituciones. Los invasores deben salir de los edificios públicos antes de que la situación se intensifique”, sentenció.